Juan Manuel Santiago León / ARTE DISPERSO

  E l día que me ponga en serio a escribir, no va a quedar ninguna ubre llena, ni un ojo invadido por hormigas los colores de la vida blanco rojo y marrón serán la tinta de mi pluma no regresaré a la niñez más que una vez para visitar la infancia de mi padre como un viajero del tiempo. Me han engañado muchas veces me he peleado demasiado pocas he besado a escasas mujeres en la boca. Pero el día que me ponga a escribir de verdad empezaré a vengarme de la vida. Llamaré puta a la que es puta e hijo de al que fue amamantado con estiércol. Arrastrarme por el fango arrojarme desde un puente del Sena. No tiene sentido quedarme esperando sentado cuando tantos monstruos desfilan delante de mi vista. Yo no puedo seguir siendo bueno ni tal mal escritor un ser asqueroso generoso bondadoso piedras que hieren mis tobillos. He llorado demasiado con tus miserias y nadie me ha querido. Convertiré la tristeza en desprecio el perdón en ira la compasión en odio. ¿Por qué no me has amado? Ganas de golp...

  H ablar de cierta manera no protege de los sinsabores de la vida, mas le da otra música al desencanto al desamor y a la decepción como si pudiesen comenzar de nuevo antes de que llegue el dolor de la conciencia.

Está prohibido enamorarse, aunque sea un sentimiento auténtico y vivo, por el temor al sufrimiento. Se permite el sexo, la amistad superficial, conocer al otro solo cuando parece que está bien. Se permite utilizar, divertirse ahora por el interés de después. Se huye de la persona real, porque la intensidad de la verdad se nos antoja conflictiva y dramática. Y después nos quejamos cuando nos sentimos maltratados, utilizados, usados y tirados al basurero de (su) (tu) historia. Si das mierda, obtendrás mierda. Si das ambrosía, muchas veces también obtendrás mierda. Pero no podrás reprocharte nada malo.

L e quitaba una pelusa del hombro con amor de novia. Duró solo un tierno segundo. Pero bastó para fijarme. El cariño que da el conocimiento, que no importe que se te note un amor no neoliberal el rincón de lo invaluable. El resto, solo estrategia y secreto enigma. Postura y efigie. Venta del producto en el mercado insincero. No te puedo dar nada más que mí mismo. Que es Todo.

A ún sabiendo que todo está perdido de antemano, yo he robado un par de besos, y eso es lo que me he llevado. A mí anteriormente ya me atracaron. Por eso, con toda tranquilidad, reclamo mis migajas, que para mí son alhajas. Camino erguido y ufano porque he sobrevivido a la batalla.

 FASE 1 Cuando cae la tarde y te ataca con alevosía la ansiedad, el pensamiento obsesivo, el ruido mental y emocional, que son lo mismo, te cuentan que hay que aceptarlo, no reprimirlo y dejarlo ir con meditación y respiración. Lo sientes venir y golpearte como un animal herido; eres vulnerable, piensas que sufres una enfermedad crónica. Viene a oleadas, y se va si le enseñas la puerta. Pero, ¿cómo dejarla ir de verdad?. Por responsabilidad emocional, la que no tuvieron conmigo, tengo que sanarme para no traspasarle mi dolor y angustia a otra persona que tenga empatía conmigo. No se lo merece.