Juan Manuel Santiago León / ARTE DISPERSO

El otoño es automático. Ya no se puede confiar ni en la perfección alemana. En Francia, el instituto se llama liceo, por eso los niños te salen intelectuales. Un padre silencioso es un padre. América es el paraíso de los grandes árboles. Yo debería haber estudiado una carrera, por eso ahora soy runner de cinta de correr. La emoción habita debajo de múltiples capas, así que comemos. Me gusta que barrio se diga quartier. Europa es mejor recorrerla por debajo. Compartía con mis compatriotas el deseo de ignorar el mundo. Y quedarme a dormir en mi cama. No tener un libro en las manos. No saber de qué va la vida. Como si fuera otro. No haber nacido nunca y sin embargo, ser feliz.

1, Somos simples intermediarios de un mensaje que llega desde no se sabe dónde, (el inconsciente colectivo o yo qué sé), y que nos hace decir tremendas obviedades que cada 50 años parecen nuevas. La especie no piensa, actúa. Como individuos somos todo y nada. Progresamos como olas, la masa se inclina para mostrar sumisión, y mientras hay alguien que ríe, otros muchos lloran. Puede parecer que estoy diciendo alguna cosa trascendente, pero es sólo ruido bonito. Un ladrido en la oscuridad transmite más verdad que estas palabras. Soy un farsante. Soy un farsante, y sin embargo, vivo. 2. La obra siempre es mejor que sus autores. Siempre, incluso la obra mala. Los seres humanos tenemos demasiadas miserias y servidumbres, mientras que la obra llega a cada uno de nosotros de diferente manera, y acaba por no pertenecer a sus autores. {Ahora escucho la magnífica banda sonora de Gattaca para abstraerme un poco de la vida. } 3. Hay noches en las que siento deseos de humillarme y abrazar a t