Juan Manuel Santiago León / ARTE DISPERSO

El Norte tiene un saber estar que consuela El Pan El Vino lo Verde el Agua, el Estaño la Miel el Río, los peces, las cabras, el idioma que es outro. El norte es piadoso con quien busca sombras y silencio. En el interior de las catedrales fingí no saber nada. Y me sentó bien. Ribadeo, Castropol, Taramundi, Lugo, Santiago, San Martín de Oscos, jubileo y padresnuestros. Mojé mis dedos en agua bendita y me lavé el cuello. Me sentí refrescado por dios.

También soy ese demonio que grita en su particular infierno el dolor no justifica el maltrato al otro los nervios por la rapidez del mundo no fructificarán en el prado, siento al ANIMAL infundado corintio desnaturalizado la mala fe de la resistencia la autodefensa en un ego hostil, el grito-la exclamación es para el desheredado que expulsado de la tribu llora la injusticia. pero nadie tiene más culpa que tú no la compartas con nadie lame las heridas y tranquiliza el alma horadada no hay fracaso sin ti sin presencia no hay pérdida sin águilas no hay cumbre no sirve para nada vencerse sin antes conocer el mal la sombra falsa el destello del espejismo el desierto la nada un planeta plano y tú en el horizonte, cabizbajo.