Juan Manuel Santiago León / ARTE DISPERSO

Quizá sea un pecado mortal, pero debo confesar, padre, que me gusta la canción Rock-Star de Rihanna. Es paradójico que este tema me parezca uno de los más redondos que he escuchado como tema rock, siendo un batiburrillo de estilos comerciales muy representativo de ese cyber-r&b-soul-pop-electronico que tan bien cultivan Beyoncé o Lady Gaga, que sirve para cantar, para bailar, y como en este caso, para marcarse un air guitar. Además, en este clip, Rihanna se me hace un trasunto de jóven Grace Jones, esa diva de los 80 de cantares y andares poderosos. Me gustaría escuchar esta canción, interpretada por una banda de rock duro verdadero, que creo haría una gran versión, ya que le daría el tono épico necesario, que ya se intuye en la voz de Rihanna. Otro ejemplo es Anastacia, que ha coqueteado también con el hard rock, pues su soul vigoroso y su voz potente pueden funcionar en temas de rock duro sin ningún problema. Recordemos que el Rythmn and Blues acelerado es el orígen del rocanrol,