Juan Manuel Santiago León / ARTE DISPERSO

El otro día me contaron la historia del recovero . El señor comerciante que esperaban las mujeres de pueblo como agua de mayo , para comprarle la goma de las bragas, entre otros productos de primera necesidad, allá por los campos y cortijos de Jaén a mediados del siglo pasado. Un tío de mi madre era de Jamilena , una aldea cercana a Torredonjimeno . Se crió en un cortijo pasando penurias con sus numerosos hermanos. El arado era la única nueva tecnología conocida por aquellos lares, que inventaron esos del Imperio Romano. La señora de pueblo que me contó esto, decía indignada que volvíamos p' atrás, porque se había enfadado mucho con su compañía telefónica, que le había estafado ciento y pico euros mandándole un módem que no había pedido, o con los bancos y el asunto de las preferentes.. Esto con el recovero no pasaba. Pueblo de Cazorla, Jaén