Juan Manuel Santiago León / ARTE DISPERSO

Ciudades dormitorio santuario del coche humo en los pulmones no hay tiempo no hay tiempo reunión en la guarde cita en el.pediatra actividades extraescolares ir a la compra los viernes o el finde colas prisas más estrés más coche sin casa en la sierra sin perro la misma franquicia en el centro comercial es sábado sin sexo o mal follar frustraciones que no esperan al lunes padres enfermos cuadramos agendas el cáncer no espera a que lleves los niños a la escuela o a convencer a tu jefe de que por mucho que te quedes no vas a producir mucho más. Parque de bolas la peque se divierte tú miras al infinito triste y agotado la abuela se muere tu infancia nunca fue lo que recuerdas y vas y tú también te mueres con los deberes hechos el orgullo del trabajo bien realizado tener pensión es lo de menos que tu hija herede algo es lo que cuenta. No hay tiempo no hay tiempo hasta que lo hubo. Infinito sin ti.  

No me gustan los jóvenes como ha pasado toda la vida. Siempre tienen que inventar la rueda no les basta la voz de la experiencia. Y esa necesidad de aparentar a quién le importa lo rebelde que seas dame tu culo y mira pa Cuenca, es lo único que les importa a los viejos. No me gustan los jóvenes son detestables siempre midiendo su fuerza o su belleza. Probando el límite de sus argumentos. A quién le importa lo listo que seas los tópicos libros que has leído las series las películas tu cuenta de instagram que es como un espejo de tu estulticia. No me gusta vuestra manera de mirar ni los enamoramientos a esa edad. Enchocharse es cosa de imberbes un viejo quiere no quedarse solo sin más. No me gustan los jóvenes son agresivos e inconscientes idealistas y folladores, todo al mismo tiempo. Desde mis cartones contemplo el incendio de los años.  

En realidad, ningún fantasma da miedo. Solo provocan emociones intensas y sin rostro. Mi padre iría a abrazarlos y tendría más sentido que rezarle a la Nada