Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio 22, 2019

Teleoperador, la novela (Un avance)

Un teleoperador se da cuenta pronto de que la naturaleza humana es rastrera y desagradable. Sea el empresario que lo contrató como el cliente al que atiende. También el compañero que tiene al lado. Y no nos olvidemos de los supervisores. Además, da la sensación de que a nadie le gusta su trabajo, nadie está ahí porque le fascine el teléfono ni aguantar las broncas de clientes insatisfechos. Por eso todos están siempre hablando de sus vacaciones. A expensas de caerle mejor o peor a la coordinadora que parte el bacalao. Los liberados de la UGT y de la CCOO versus los de la CGT, más implicados en las cuitas de los empleados.... (Continuará algún día, cuando ya no tenga que trabajar de teleoperador)

Poemas de madrugada

1. Ahora comprendo a mi padre cuando se sentaba en la oscuridad y miraba al infinito. Todos pensaban que era un pobre hombre un ser pesimista ensimismado. Quizá se sentía un galán francés o un humorista italiano quién sabe lo que había en su interior un universo  como el de todos seguro que mejor porque era el de mi padre. Ahora que me hago mayor, le tengo más miedo a los fantasmas. 2. Las noches sibaritas Atormentadas Supermanas Tormentas eléctricas Que irradian  Tremendos porrompomperos Secos De madre de posguerra. Las noches con sombrero Emparejadas  Con estas vidas que no conozco Y que desaparecen cuando llega la mañana Seres que viajan Y que nunca están  En realidad Nunca estuvieron Siempre sospeché  Que eran producto  De mis ensueños. Las noches termita Ñiqui ñiqui ñiqui Royendo agujeros En el panel de al lado Esperando que el cuerpo Falle En algún momento Asustado ante la implacable deri