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Mostrando entradas de octubre 5, 2013

La Puerta del Lost

La Puerta del Lost es un entorno irreverente. Te pueden sustraer la cartera tanto como contemplar a artistas callejeros sorprendentes, o incluso las dos cosas a la vez. El centro es la Ciudad Turista, pero no se puede pasar del café con lec he famoso con esa mítica palmera de chocolate en el Viena Capellanes de la calle Arenal, aquella cafetería-pastelería que fundó la familia de Pío Baroja. Aunque las franquicias invadan cada esquina, y los bares de tapas se reconviertan en sitios castizos low cost para foráneos, a uno le siguen dando ganas de traerse la mecedora de casa e instalarla en un lado de la plaza, hasta que llegue la policía municipal y te pida la documentación, pensando que eres un miembro del 15M que quiere quedarse. Pero no, al no existir asientos de uso público y gratuito, llevarte tu propia silla es un acto revolucionario. Al comerciante no le interesa que te sientes, que descanses, que no consumas, y el gobernante apoya todo esto, pues cree que sólo el lucro privado

Enciclopedia de la Fauna y Flora de Madrid

Todos los años, sea por obligación ó por casualidad, me encuentro con la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión en el Paseo de Recoletos de Madrid. Es un placer ver siempre los mismos libros, grabados, revistas, pósters, cómics y tebeos (no son lo mismo) de mi infancia y la de mi padre. En estos puestos regreso a los 80, con todas esas pequeñas editoriales de serie B, de frikadas políticas de la tra nsición, de ciencias ocultas y esoterismo, manifiestos culturales olvidados, poemas mal encuadernados, recopilaciones de artículos en periódicos ya desaparecidos, etc.. Pero lo más interesante son las conversaciones entre clientes (los iniciados, no los aficionados como yo) y libreros. La charla transita entre el costumbrismo castizo y la especialización libresca. Los cazadores de curiosidades y de libros raros se atreven a adentrarse en el interior de la caseta, (frontera que pocas veces yo he transitado), rebuscan con avidez, y otros, más alelados ó con aviesas intenciones, se acercan dem