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Mostrando entradas de junio 5, 2016

Crystal Face (Poema)

Momentos escasos de lucidez y esclarecimiento en los que (te) ves con limitado poder de persuasión viviendo una vida de luciérnaga sin batería. ¿Qué te une ya a las personas en esta existencia a medio gas? Como un zombi caminas haciendo lo que debes pero, ¿qué te mueve, qué te fascina, qué te ilusiona?. Has dejado atrás todas las tradiciones que como un pegamento, mantenía a la gente unida a la vida, y ese abismo delante da miedo. Pero muchas personas aman a los guerreros. Muchas personas aman a los que hablando, encienden almas, porque sus vidas son inanimadas. Y lo que hacen para darle épica al barrio es seguir a líderes sospechosos que imitan el hedor del infierno. ¿Llegarás a ser tú uno de esos rostros furibundos? ¿O te dedicarás con profesionalidad a lo que te toca, a dejar de ocuparte de ti mismo por un largo rato? Admiro a aquellos que saben interpretar sus propias vidas con oficio. Que saben en todo momento lo que toca hacer, y lo hacen con talento.

El arte de interpretar las llamas

*(cellisca, serendipia, filandón, lunación y humildad.) Ah qué difícil es escribir en mi propio idioma cuando comienzo a olvidarlo todo... Debe ser así, pero la verdad es que nisiquiera lo vivíste. En tu tribu, los mayores ya no saben nada y hasta la labor más trivial está protegida por los estados. Crees que conoces el sentido de la existencia del mundo desde la distancia luminosa de una pantalla, y te ríes de las nuevas modas que proclaman la vuelta al útero. Te atrae sin embargo, esparcir las semillas desde la humildad del Deuteronomio y aprender el poder de la quinta lunación para atraer a las hembras más fértiles. Has soñado con tu sombra nevada en mitad de la furiosa cellisca tus ojos entornados ante la figura vikinga que invoca a los viejos dioses y las altas cumbres que protegen las cabañas de roble centenario donde el filandón trama mientras hila un laberinto de parcas. Allá donde la calidad de la existencia no importaba tanto y los bosques crecían alim

Dios del segundo piso

Te compraste un perro como para romper el encantamiento. Lo único que te cargaste fue mi embeleso. No soy ya aquel portero de noche que se encargaba de la inspección de tu bajo derecha. Si quieres calor, arregla tú misma la calefacción. Porque ya no cuela la falsa interpretación de un arrebato. Llamas amistad a cualquier cosa : a un me gusta del tinder a un quedemos para tomar café haces que mi vida parezca penosa patetismo virtual de principios de siglo; tía, yo nací en el siglo XX y aún me enorgullezco de rezarle al buda del segundo piso para olvidarme de este amor de segunda regional.