El día que me ponga en serio a escribir,
no va a quedar ninguna ubre llena,
ni un ojo invadido por hormigas
blanco rojo y marrón
serán la tinta de mi pluma
no regresaré a la niñez
más que una vez
para visitar la infancia de mi padre
como un viajero del tiempo.
Me han engañado muchas veces
me he peleado demasiado pocas
he besado a escasas mujeres en la boca.
Pero el día que me ponga a escribir de verdad
empezaré a vengarme de la vida.
Llamaré puta a la que es puta
e hijo de al que fue amamantado con estiércol.
Arrastrarme por el fango
arrojarme desde un puente del Sena.
No tiene sentido quedarme esperando sentado
cuando tantos monstruos
desfilan delante de mi vista.
Yo no puedo seguir siendo bueno
ni tal mal escritor
un ser asqueroso
generoso
bondadoso
piedras que hieren mis tobillos.
He llorado demasiado
con tus miserias
y nadie me ha querido.
Convertiré la tristeza
en desprecio
el perdón en ira
la compasión en odio.
¿Por qué no me has amado?
Ganas de golpearte hasta que sangres.
Y de gritar hasta doblarme en tu oído.
El día que comience a escribir en serio,
me llamarán terrorista.
Mis palabras serán como tiros en la nuca.
Tendrás que abrir mis libros
como si tuvieran en el forro
una bomba lapa.
Vendrá a detenerme la Policía
del Pensamiento
porque quiero ante todo
ser libre
y no caer bien por defecto.
¿Por qué no me has lamido
la cara como un perro?
¿Por qué?.
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