Ser ignorado tiene sus ventajas, como no tener que dar parte de tus actos a nadie, la libertad del pobre, que sólo tiene que pensar en qué va a comer ese día, aunque muchos te dirán, y con razón, que eso no es ser libre. Ser ignorado es que nadie te toque tu esquina, donde puedes seguir siendo invisible, ocupándote tan solo de tu propia sombra. No tener ambición, no tener autoestima, no tener ansias de protagonismo, no tener una gran vida social, no tener dinero, no tener un rostro bello, no tener, no tener.. Ser algo nunca fue reconocido en esta sociedad de mierda. Pero tener, ay de ti si no tienes, sobretodo mucho. Dirá la gente que sabe que esta es una verdad de perogrullo. En mi infancia inocente yo pensaba que el perogrullo era un ave como el dodó, o la codorniz plateada, un mito. Cuando intuía que por obtener algo, tendría que pelearme con alguien, dejaba que los que tenían ganas y energía para luchar, se pelearan y se mataran entre ellos. Dicen que esa es la postura más inteligente, pero nunca he visto que sea la opción mejor valorada por esta, digámoslo de nuevo, sociedad de mierda. Ser ignorado, ser apartado, no ser aceptado porque no te conocen. Quizá sea eso mejor que te rechacen porque no les gustes, una vez que eres conocido. No ser conocido, no molestarse en publicitarse, es una actitud respetable, que quizá vaya en contra de la esencia de las redes sociales. De todas formas, puede uno tirarse toda la vida esforzándose para ser (re)conocido, que siempre habrá factores externos que impidan que lo seas. No conseguirás un trabajo, ni una relación estable, ni amigos, y podrá ser porque no te esfuerzas lo suficiente, ó también, porque ya no cabes en esta, repitámoslo, mierda de sociedad.
E l día que me ponga en serio a escribir, no va a quedar ninguna ubre llena, ni un ojo invadido por hormigas los colores de la vida blanco rojo y marrón serán la tinta de mi pluma no regresaré a la niñez más que una vez para visitar la infancia de mi padre como un viajero del tiempo. Me han engañado muchas veces me he peleado demasiado pocas he besado a escasas mujeres en la boca. Pero el día que me ponga a escribir de verdad empezaré a vengarme de la vida. Llamaré puta a la que es puta e hijo de al que fue amamantado con estiércol. Arrastrarme por el fango arrojarme desde un puente del Sena. No tiene sentido quedarme esperando sentado cuando tantos monstruos desfilan delante de mi vista. Yo no puedo seguir siendo bueno ni tal mal escritor un ser asqueroso generoso bondadoso piedras que hieren mis tobillos. He llorado demasiado con tus miserias y nadie me ha querido. Convertiré la tristeza en desprecio el perdón en ira la compasión en odio. ¿Por qué no me has amado? Ganas de golp...

Comentarios
Publicar un comentario