Apagó el teléfono para que ningún conocido
Fuegos fatuos.
La mejor película era aquella en super-8 en la que salía su abuelo.
Un clásico inolvidable aquella cinta VHS alquilada por 1 euro en La Fuensanta.
Su hermano saliendo de casa a horas extrañas para traer una peli de serie b casi inencontrable.
Disfrutarla juntos y después comentarla.
No quiero a Stanley Kubrick hurgando en mi cabeza.
Las películas que me gustan
me las grabo yo de la tele.
Cuánto más raras, más familia.
Señor, llévame a Barsoon pronto...
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