Los hermanos Labordeta crearon la Oficina Poética Internacional (O.P.I.), desde la que editaron la revista Orejudín, Despacho Literario, etc..en los años 60. Desde muy jóven, me han inspirado los Manifiestos, las publicaciones independientes, las revistas y fanzines literarios, políticos y poco clasificables, desarrollados por las Vanguardias. Hubo una época en que adoré la creación de Colectivos y Asociaciones varias, reales las menos y sobretodo imaginarias. Córdoba ha sido y aún es una ciudad donde bulle el talento literario y artístico, en cada calle y en cada plaza. Por su historia, por su gente y porque existió un Partido Comunista, después IU, con alcaldes que potenciaron esa vida cultural durante décadas. Uno lo vivía en sus amistades, en las publicaciones de las asociaciones culturales, en los ciclos de poesía, cine, teatro, pintura, fotografía, video, etc.. Aunque no se tuviera talento, si eras algo curioso, se te podía pegar algo de esa atmósfera creativa. En los 90, varios creamos el colectivo Enlabocano, Oprum Teatro y la primera Asociación Atrezzo, unas con mejor suerte que otras, más fructíferas en el mundo real y las demás, en el terreno de los sueños inconclusos. Quiere ser este texto un sentido homenaje a tod@s aquell@s compañer@s con los que compartí mejores tiempos creativos. Que esta decadencia cultural y social no hunda nuestra capacidad de resistencia. Aunque estemos enfrascados en asegurarnos una supervivencia material en esta época dura y difícil, no cejemos en nuestras pequeñas y grandes ilusiones.
N o la conoces pero ella sabe tu nombre. Es de esas personas por las que muchos morirían o se matarían. No es sobrehumana tiene defectos pero deja una marca que cuesta borrar. Es una reina que no ejerce pero se encuentra con súbditos por todas partes. Practica una suerte de hipnosis o de sortilegio oculto palabras en un idioma que solo ella susurra en tu oído. Tranquiliza saber que esta alegría este sufrimiento es ampliamente compartido. Me he propuesto disfrutar de su presencia mientras dure el hechizo. Porque mañana no estará ni habrá posibilidad de conocer su paradero. Somos varios los que nos encontramos en un lugar secreto, y al decir un código que todos hemos pactado, deseamos que ella haga acto de presencia. Pero solo nos queda la leyenda. A D.
La efervescencia creativa aún perdura, amigo Juanma. Resistimos como podemos, como nos dejan y como nos sale. Me siento en parte destinatario de este post-homenaje que no hace más que dar pábilo a mi efervescencia.
ResponderEliminarUn abrazo!