He comido sandías en tu presencia, nos hemos mirado mútuamente los pies. Clases de literatura en otro planeta. Es lo más parecido que se me ocurre. A veces se pierde algún sentido por el camino, la vista quizás, o será el oído o el olvido o la nada que debe ser un sentido bastante insensible. Me he puesto muchas veces, de forma insistente, la misma canción discotequera. Cierro los ojos mientras me tiendo en el suelo. Ser superado por la música, lo que me inspira es saltar sin cables desde un monte alto.
Hay que refugiarse en el trabajo, te lo pide todo y debes dárselo, porque en el fondo no te da nada. Si dudas que sé lo que digo, duda bien. Las sandalias son monstruos atractivos. Se reflejan en la cara. Multitud de carencias, irse a casa con la sensación de haber vivido. Cambio de conversación y de barriga. El placer de equivocarse. Ahora voy a ser coherente. No tienes que vivirlo. Soportar el tiempo es penoso. Me gustaría tener un hijo, ahora que no estoy preparado. No tienes que vivirlo. Esta gente que me rodea. Protegedme de nuevo. Los novietes se van con sus amigos esta noche y a ellas las dejan acompañadas por las colegas del alma. Apoyadas en un coche mal aparcado, ¿a quién busco esta jornada pésimamente alumbrada?. Escúchame, te lo ruego. No es cuestión de dar danzas medievales en torno tuya. Yo cuento, tú cuentas, todo cuentos. No apareceré nunca más. No me apetece ser uno más. Uno más. Uno más. Compañeros de movida, quedarse en casa es un estigma. Pero lo prefiero, lo prefiero, el aislamiento con mi familia, que no sale, que se queda mirando al nuevo orfeo, que vomita historias parecidas a las que me invento. Visual, visual, no me entra por los ojos. Escribir esto día tras día, la disciplina que me hace libre. El yo-yó y el escupitajo narrativo, las historias de otros no me valen. Aunque las escucho, las escucho, pero no tengo por que decirlo ni una ni mil veces. Idiota.
El silencio me dará la vez. El agua me refrescará. Como quartets de cuerda en hilo musical de fondo.
Líbrame de la mente, de la cultura, si dejo de hablar es porque quiero. Mézclame con la intolerancia, con el miedo a ser dañado, si no hablo es porque no puedo. Qué tristes somos. Cómo nos conformamos con tan poco. Tengo que escapar de esto. Entroniza a los chivatos, las lenguas largas en serio, el hecho de no tenerte y qué poca falta hace, de veras. Se lo digo a quien sea: sé generoso.
El tesoro temeroso de ser encontrado, yo me lo guiso yo me lo como. Que no haga falta nadie, yo mismo mi siquiatra. El miedo heredado, salir por pies con cuatro años. Ya...Defenderá la inocencia a tiros aunque sea exagerado decirlo. Aprender la teoría de la audacia y por eso el desdén. Odiar en masa, arrejuntado. Dáme un sueldo y mira como disfruto. Esta vida de mierda. Qué fácil exclamarlo. Juego de niños mental. Hablemos ahora de religión. Por encima, por abajo.
Hola, Leticia. Este saludo va por tí. ¿Qué te creías?. Díme donde vives, tu portal, por si un día me paso. Es broma. No me desenmascararé.
¿Qué comeré?. ¿Cómo entretendré al tiempo de cambios que se avecina?. Más esparcimiento, por favor. Ruído, ruído, no me dejéis pensar, que no lo eche de menos. Esta lucidez no me es grata. No soy muy fuerte. No me disculpo. No te justifiques, que nada te dé igual. Que yo sepa decirte todo lo que quiero. Aprenderé a mentir, a comerme las uñas, a mantenerme fuera, indiferente. Ya me has maleado. Malcriado. El mundo seguirá. He visto el rostro del mal. ¿Cómo podré evitarlo?.
Enséñame qué precio tiene la tranquilidad. Mi mar está exiliado en las lunas.
Venga, si les hacemos el juego, por lo menos declarémosnos vencidos antes de tiempo. El posmodernismo me hace gracia con tanta fragmentación. Si por lo menos fuera un ente abstracto.
Cruza los dedos en un chasquido y mantente apartado. No sé como lo haces, pero lo haces. No me verás nunca más. Mi vida, no por tí. Lo juro. A pesar de la gracia, de los ornitorrincos, de los traumas, del encanto, de la belleza, mi vida no por tí. Lo juro.
Será por fardar, por subir al ego en su Ascensión legendaria. No te contaré nada, no te daré placer, ahora que podemos, hagámosnos daño. Una risa. Já. Idiota.
Popularidad. Los demás. La suerte. El momento. El mismo agujero en la sién derecha. Y no duele. Y no duele. Una copa. Otra. Un cigarro. Otro. La música de las esferas en un club. Facilidad y desencanto. Niños malcriados. Las raquetas colgadas del cinto. Salgamos de aquí. Sin motivo, sin despedidas. Bueno, con motivos si quieres. Te lo estoy diciendo. Soy un muchacho formal. No te quiero. Mañana podrá empezar el tour por la zona erógena, pero hoy esto es lo que hay. Idiota. Qué difícil es hablar. Me repito, perdónenme ustedes. Sentirse bien. Debajo del agua está la vida en azul.
Dejo de farfullar y ofrezco mi pajar al mundo a ritmo de swing. Quiero comer en mi casa, con los míos.
No me importa lo que me pierdo. Hay otra gente muerta que está dispuesta a enseñarme algo. Porque ya estoy harto de los idiotas de mi generación.
No quiero sufrir tragedias para darme cuenta de las cosas. No disfruto engañando para que me compren. ¿Qué beneficio Yo a la balanza de pagos o al FMI que ya no me fía cual tendera caída del guindo?. Qué patéticos sóis. ¿Por qué no te lo digo, idiota?. Este trato con los demás mientras estamos solos. Por lo menos el gobierno siempre está ahí. Si le doy dinero, no me falla. Si pago los impuestos, me devuelve servicios y derechos constitucionales. La cuestión es producir y tener pasta. El gobierno, sea ocupado por quien sea, me agrada. Ver sus caretos en la pantalla, sus chistes y el compadreo de las instituciones, sus puñaladas traperas que funcionan. Esa gente de arriba me complace, la desmembración del estado, que los bancos grandecitos manden de cierta manera, que el pueblo ceda, que se deje, como antaño alguna chica en el cine. Qué nos queda. Si no tengo amor, no tengo nada. Sí, en el Libro.Vivir para esto. Tanto problema secundario que nos amarga. La falta de sentido. Con los números en la mano, pretende reunir a su alrededor a todos. La alegría es idéntica al pan inexplicable en sabor. Tengo otras cosas más importantes en las que pensar. No me engañes más. Si eres tan especial, no me seas tan del siglo veinte. Ir motorizado. Anda de una vez. Mira el paisaje. Olvídame. Te odio por idiota. Posmodernismo, siglo veinte, relativismo, mierda flotante. Todo el mundo es artista. ¡¡Pues salid a la calle, idiotas!!. Lleváos en pancartas originales, en vez de refugiaros en peccatas minutas de descerebrados. Saco roto. Ya lo sé. El miedo, siempre él. Escaparé. Mi almohada, ella. Un libro en su nombre. Todo lo que ha pasado. El dolor de vientre. Las balas trazadoras. Sonriendo, permites que te destrocen la cara y el ombligo con nuevos agujeros. Alegre libertad, yo te deseo. Este posmodernismo suaviza las cosas hasta un punto insoportable.
Idiota.
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