“ LAS GUERRAS DEL EGO “
¿Qué debo hacer para merecerme esta vida?
¿Convertirme en soldado de mi propia existencia?
¿Seguir una especie de camino del guerrero espiritual?
¿Hablar menos y entregarme más a los demás?
Pero para eso hay que estar fuerte y entero.
No hay más riesgo que en el fragor de la generosidad.
He visto mucha sangre en la falta de egoísmo,
y pocos supervivientes en el reino de la bondad.
Hay que ser un maestro, un ser poderoso
Para que el mal no te toque.
¿A qué causa me debo entregar?.
Bailar hasta el fin de los tiempos,
Lleno de rabia y de buena onda,
Todo a la vez, sin que los extremos se pisen.
Como tocar el violín mientras un tornado te roba
Hacia el corazón enfadado de Dios.
Crecer y transformarse en un hombre,
Entonces, ¿ya no se podrá escribir ninguna oda
Ninguna elegía
Sobre las vicisitudes de la carretera?
¿No habrá ningún buda que me guíe
Por la senda del Dharma?
No quiero hacer preguntas ni encontrar respuestas
Sólo sentarme a la sombra del rododendro y mirar sin sufrir.
EN LA DANZA
Deja que el olvido astille mi figura
Para así convertir el rostro en Monte Olimpo.
No viven ya los dioses en su cima
Sólo apesta la Ignorancia
Y todos somos hijos suyos.
La palabra es mi cárcel
Y la emoción una Pagana
Que enseña las tetas a cualquiera.
No sé escribir mi nombre
Ni reconocer a mis abuelos en tu tripa
¿Quién demonios no soy?
Podría cantarlo y ahuyentar los Peligros
Como haría el chamán de tu tribu
Pero, ¿dónde queda ahora tu diosa madre?
En esta esquina intento arreglarme con los antepasados
Construyendo un pequeño altar de ofrendas
No conozco mejor religión que la que adora a los muertos
Porque ellos son lo único tangible que nos queda
Hasta que con ellos nos reunamos.
El fin de todos los tiempos
Será el final de mi tiempo,
1973 - ¿?
¿Qué debo hacer para merecerme esta vida?
¿Convertirme en soldado de mi propia existencia?
¿Seguir una especie de camino del guerrero espiritual?
¿Hablar menos y entregarme más a los demás?
Pero para eso hay que estar fuerte y entero.
No hay más riesgo que en el fragor de la generosidad.
He visto mucha sangre en la falta de egoísmo,
y pocos supervivientes en el reino de la bondad.
Hay que ser un maestro, un ser poderoso
Para que el mal no te toque.
¿A qué causa me debo entregar?.
Bailar hasta el fin de los tiempos,
Lleno de rabia y de buena onda,
Todo a la vez, sin que los extremos se pisen.
Como tocar el violín mientras un tornado te roba
Hacia el corazón enfadado de Dios.
Crecer y transformarse en un hombre,
Entonces, ¿ya no se podrá escribir ninguna oda
Ninguna elegía
Sobre las vicisitudes de la carretera?
¿No habrá ningún buda que me guíe
Por la senda del Dharma?
No quiero hacer preguntas ni encontrar respuestas
Sólo sentarme a la sombra del rododendro y mirar sin sufrir.
EN LA DANZA
Deja que el olvido astille mi figura
Para así convertir el rostro en Monte Olimpo.
No viven ya los dioses en su cima
Sólo apesta la Ignorancia
Y todos somos hijos suyos.
La palabra es mi cárcel
Y la emoción una Pagana
Que enseña las tetas a cualquiera.
No sé escribir mi nombre
Ni reconocer a mis abuelos en tu tripa
¿Quién demonios no soy?
Podría cantarlo y ahuyentar los Peligros
Como haría el chamán de tu tribu
Pero, ¿dónde queda ahora tu diosa madre?
En esta esquina intento arreglarme con los antepasados
Construyendo un pequeño altar de ofrendas
No conozco mejor religión que la que adora a los muertos
Porque ellos son lo único tangible que nos queda
Hasta que con ellos nos reunamos.
El fin de todos los tiempos
Será el final de mi tiempo,
1973 - ¿?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOle, ole y ole.
ResponderEliminarYa tienes 101 admiradores y admirados. (Siempre los has tenido, la verdad)
gracias, álvaro, ahora el pelota barroco eres tú..je je
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