Uno de los grupos más brillantes de la fértil década de los ochenta en Córdoba fue, sin duda, Religión.
Sobre 1985, las fantasías oníricas de un cuarteto compacto, en ilusión y gustos afines por la música elaborada, se ven plasmadas en una obra que dejó una huella indeleble para los anales de nuestra música. Después de las respectivas experiencias de Manuel Carrillo en Nachers, y de Jesús Astorga en Jaleo, estos dos músicos ponen en marcha un proyecto apoyado por el bajista Jorge Luque y el batería Fermín Gómez. Deciden no seguir las pautas normales de prodigarse en locales y en conciertos por las salas de la época, por el contrario eligen la introspección y se recluyen para dar forma a un completo trabajo que roza la mística, el lirismo e incluso la épica fantástica, desmarcándose así de circuitos al uso. Apuestan fuerte en horas de trabajo, depurada composición y arreglos. Es su Religión. Pronto deciden poner en práctica su doctrina. Críticos y jurados de concursos les apoyan de forma aplastante en sus apariciones en directo. Y es Paco Martín, el cazatalentos cordobés afincado en Madrid al frente de Twins Records, el que les tiende el puente para grabar su primer y único disco con un presupuesto digno. Algunos cuentos, otras tempestades resultó ser una joya poética, hoy en día codiciada por coleccionistas, toda una mullida alfombra para el culto a los sentimientos. Fue incomprensible y toda una decepción para muchos la desaparición de Religión. La magia de temas como Oslo o Dia Lluvioso, que cautivaron a media España, no tuvo continuidad. Una fugaz página de oro.
Jesús fue reclamado más tarde para la remodelación de los valencianos Comité Cisne.
Texto e imágenes extraídos de la Web HECHOENCORDOBA.COM, de Pepe Atance
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