
Voy a escribir mis impresiones personales sobre esta mítica banda cordobesa que sólo editó un disco, "Algunos cuentos, otras tempestades", que aún poseo en cinta de casete y en cd que yo mismo creé al pasar la cinta analógica a sonido guarro-digital. Esa cinta me la grabó un compañero de instituto en primero de bup. Era el año 1987 y este grupo estaba pegando fuerte en Córdoba y en España. Ángel Vázquez los radiaba en su programa de Radio Cadena Española o en Radio Córdoba, ya no me acuerdo bien. Comenzaban a sonar en Radio 3 y allá que ibamos los fans a tratar de sintonizarlos en cualquier momento. Su estética neorromántica, sus letras góticas, fantásticas, su sonido épico, y esa voz inconfundible de Jesús Astorga que más tarde llegué a intuir en Bumbury y sus Héroes del Silencio, todo eso me apasionaba con 15 años. Me sentía identificado con una banda de mi ciudad, cosa que hoy ya no me pasaría con estos estilos reggae-flamenqueo-mano negra-chambao que se estilan hoy en día. Quizá me esté haciendo viejo. Bullía una creatividad inusitada en diversos antros de Córdoba, en todos pinchaban música española. Aunque yo era un poco más jóven que la generación de los Yacentes, La Reserva, La estatua, Línea Gótica etc.., todavía se participaba de ese ambiente en Kódigo de Barras,el B-18, La peña Egabrense, Sangre Española y otros locales que ya no recuerdo bien. Era la época en que yo empezaba a salir, a beber, a intentar enamorarme y a escuchar música. Eran mis grupos, muy anglófilos, muy oscuros, muy épicos y sobreactuados. Córdoba tiene un espíritu neogótico, no a la manera de ahora tan metalero, sino a lo Bauhaus, a lo Siouxsie, a lo the Cure, que de vez en cuando se atisba entre los muros romanos o árabes derruidos, la piedra insondable de la calle antigua, el olor a cerveza podrida de la noche del sábado anterior, junto a la Calle la Feria, donde se pillaba el costo de algún gitano. Allí el río moría y nada tenía mucha importancia. Allí fue el comienzo de Mi Religión.
Muy bonito.En la cola del zorro, ahí estuvimos y nos quedamos.
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