Ir al contenido principal

LA DECADENCIA EUROPEA (POEMAS)

PORNO EUROPEO
Ella era increíblemente hermosa, sueca o alemana, no sé, no parecía que interpretara.
En la secuencia de cumshot esperaba pacientemente, diría que con entrega, el disparo de esperma que le inundaría la boca segundos después. Cuando el pene ya hubiera descargado y colgase casi fláccido, ella lo sostendría con cariño y profesionalidad y le daría unas últimas chupadas hasta acabar sonriendo a cámara.
Escogían a modelos, a chicas muy guapas, a veces de aspecto ingenuo, y uno no sabría la razón de por qué se dedicaban al cine para adultos, a no ser por las grandes cantidades de dinero que podrían cobrar por cada película. Supongo que la prostitución de lujo andaría por medio, y cierta explotación que aparecía encubierta detrás de los títulos de crédito. El porno mueve mucha guita, es un negocio muy rentable y aparentemente más
accesible que el cine convencional. Tiene un público creciente y los estados se llevan su parte en impuestos generalmente altos. Muchos hombres necesitamos ver porno, y no sólo para masturbarnos. Aparecen chicas increíbles, cuerpos espléndidos y seductores para todos los gustos y tendencias, posturas sexuales infinitas y fantasías eróticas que se hacen realidad. Quizá, si el sexo fuera algo más natural en nuestra vida no necesitaríamos ver porno con frecuencia.


NECROVIDA

Parecer muerto no es tener un soplo en el corazón, es haber pasado al otro lado ya
Estando todavía acá.
¿Tú quién eres?. Preguntó el cadáver sonriente.
Saber la verdad sin morirse del susto. Saber la mentira siempre.
En la ciudad de los muertos, los sabios viven en el cielo.
El que sueña vive la pesadilla sin rencor.
El que trastabilla vive.


EL OJO CONFUSO

Sin tener claro lo que ve
Ve sin embargo
Entre nieblas
Buscando dulce de membrillo
El ojo confuso parpadea
Siembra sombras
Son ellas
Están aquí
Ya no somos nosotros.
Los fantasmas andaluces
Los ovnis canarios
de aquella época de creencia
ya no queda nadie.
Cómo distinguir a aquel que te habla
De aquel que te escucha.
Amar y ser amado
Como un cuento de Faulkner.
Querer y ser querido, Don Quijote.
Tener en la cabeza un nido de pájaros.
Sin ellos, sin ti, tampoco soy nada.


EL BARRIO

Debajo de las tiendas sólo hay hombres.
Los que compran ahorran tristeza mundana.
Qué lejos me veo hoy
Soy un pirata con silbato en medio de los coches.
Amo la libertad de saber que puedo pecar
Respeto a quien se equivoca
Porque se atrevió
A salir de su barrio un buen día
O un mal día, quién sabe.


FRÍO

Trinidad, el día que te operaste por primera vez, aún sin saberlo necesario,
Hiciste bien porque ya no volvimos a conocerte más.
Hacía frío aquella mañana en la puerta de la clínica a las afueras de Los
Ángeles, qué paradoja, esa ciudad es todo extrarradio.
En la playa conocimos a una vigilante muy hermosa tapada hasta el cuello
Nos mintió aquel guía que prometía sol y daiquiris cada tarde en el paseo marítimo.
He visto todas tus películas, en algunas parecías feliz, sobretodo cuando salías
Acompañada por tu novio el inglés.
En el plató siempre hacía calor, bondades de la luminotecnia.
Me siento más tranquilo sabiendo que te retiraste a tiempo, como tú querías.
Me gustaría conocer a tu hija, para ver si tiene tu mismo color de ojos.
Tú eras hermosa, te recorté de una revista.
Todavía te tengo pegada en una carpeta que llevo debajo del brazo.
Camino de la facultad, ando por una calle helada.
Pero tú calientas mi mano, Trinidad.


NECROVIDA2


En los edificios de oficinas, donde se cuece lo peor del capitalismo,
Entre los esputos del acoso moral y los espasmos de la obediencia ciega,
Debajo de la mediocridad de los que mandan y de los que se callan todo
Sí, bajo la mesa de un falso despacho, un pobre ignorante teclea números
Sin explicación alguna, perdido en el absurdo diario de las ocho horas sin remisión.
Si por lo menos pudiera follar en los lavabos con la secretaria de las tetas gordas, podría sentirse redimido un poco.
A la salida toma el transporte público rodeado de gente invisible, que a estas alturas ya ni se piensa alienada, así ha pasado a ser un medio ambiente natural todo lo que rodea a la bendita masa urbana. Pero hoy no le toca teorizar al administrativo, le basta con llegar a casa vivo. Qué vida ésta, frase que en el último sorteo de lugares comunes ganó, es dicha sin intención de molestar.
Se alisa la corbata y se dirige a un centro de análisis de consumidores donde será sometido a una macroencuesta voluntaria. Hay que ganar sobresueldos para pagar la lata de sardinas ya empezada que reside en el congelador. Como Carpanta, vive debajo de un puente que le tiene hipotecado de por vida. No se queja, existen personas que viven aún peor, se siente por eso afortunado y agradece a dios haber nacido en un país desarrollado. A veces mira a las niñas de catorce años y dice para sí que ya son demasiado mayores para lo que es de verdad importante. Espanta con la mano católica estas reflexiones y comienza a rellenar los tests de personalidad que una mujer robótica le coloca delante de los ojos. Si tuviera ojos y no un par de huevos fritos, claro. Acaba de darse cuenta que tiene cara de zombi y sale huyendo horrorizado,...
..despierto por fin.


TRES ACORDES

Nacer de nuevo sin ninguna clase de apego.
Volver a respirar sin ansia.
Aprender ética protestante para saber cuando callar.
Tener la suerte de encontrar un profesor que inocule el gran veneno.
Para así entender los tres acordes divinos que nos harían más generosos.
Comenzó entonces el viaje al pasado de nuestro posible destino
Sólo el ritmo de la música y una biblioteca privada.
Ummmmm, ummmmmm,ummmmmmm, tararear sin olvidar la letra.


RETURN TO SENDER

Cuando viene la emoción.
Y el deber de juntar palabras
La lengua crepita y el paladar relincha
Y busca un destinatario a tanta saliva :
Si no hay nadie, ¿para qué se hacen las cosas?.
Mejor quedarse sentado y callado
Viendo pasar la vida
Todo tan claro.
Tan increíblemente claro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El montaje del director

Hoy, querido amigo, deberíamos olvidarnos de todo para así darnos la mano tranquilos. Recuerda esos momentos en la muralla embriagados en nuestras confidencias parecían palabras de otro tiempo mas cuanto daño nos hicieron. Si sólo nos unía la mala suerte ¿por qué la convertimos en pose de fracaso?. Otros confundían nuestros nombres alguien nos dijo que simulábamos ser hermanos en la lejanía todo se confunde todo debería ser perdonado. Nunca volverá ser lo mismo, lo sé la vida parece tener otros propósitos ajenos a antiguas aventuras. En el relativismo que a veces odio se encuentra la perfecta excusa para alejarse e instalarse en el eterno desencanto. Las películas que ahora se ven en la soledad de un cine vacío ya no nos dicen lo mismo aunque las estrellas sean las de siempre sus rostros parecen haber cambiado. Somos mejores cuando escribimos torcido somos mejores cuando fotografiamos espectros. Los insultados han creado un mundo más habitable. Pero la sinceridad se vende caro cuando l

Amara Aranda y Solatge. Canción "Els quatre Traginers"

Hoy he escuchado una entrevista en el programa Discópolis, de Radio 3, de Amara Aranda, vocalista e intérprete de músicas de raíz y étnicas en grupos valencianos como L´ham de Foc, Al-Andaluz Project y ahora, recuperando la tradición musical de la antigua corona de Aragón con Solatge. He encontrado este video de una actuación suya en su web personal, donde es acompañada por un zanfonista, un gaitero y un arpista.

CALBLANQUE

Asumiendo que le estoy haciendo publicidad, y que puedo atraer a más turistas hacia aquel rincón de la costa murciana, dentro de una reserva natural, no puedo más que alabar las playas de Calblanque, no hormigonadas aún, no vilipendiadas por el turismo avasallador. Los textiles conviven con los nudistas en franca armonía, el agua no es puro orín ni está sucia, recuerda a ese rincón gaditano de los Caños de Mécar, tiempo ha. Un día allí valió más que una semana en Holanda. Volvería sin pensarlo. He visto alguna campaña en internet para salvar esa costa porque parece que hay intentonas de urbanizar parte de esa reserva regional, no podía ser menos.