La pobreza será la que nos obligará a replantearnos nuestra forma de vida, a cambiar la movilidad, la alimentación, la educación y la vivienda. No será el deseo de cambiar nuestra filosofía de vida, que también, sino la escasez y la exclusión social. Gente que vivirá en sus coches, en furgonetas, en caravanas, en cabañas en el campo, en chabolas... Algunos lo venderán como la era de Acuario y todos esos neo-mitos de la New Age, lo publicitarán cómo que es bonito caminar y conocer tu territorio, y lo aceptaremos con ilusión y no poca resignación. Nos calmaremos, comeremos sano del huerto, pero no nos equivoquemos, será una reacción a la pobreza, a bajar del escalafón social, a adecuarse a una vida con menos cosas... Ese abrazo de la slow-life será porque no quedará otra.
E l día que me ponga en serio a escribir, no va a quedar ninguna ubre llena, ni un ojo invadido por hormigas los colores de la vida blanco rojo y marrón serán la tinta de mi pluma no regresaré a la niñez más que una vez para visitar la infancia de mi padre como un viajero del tiempo. Me han engañado muchas veces me he peleado demasiado pocas he besado a escasas mujeres en la boca. Pero el día que me ponga a escribir de verdad empezaré a vengarme de la vida. Llamaré puta a la que es puta e hijo de al que fue amamantado con estiércol. Arrastrarme por el fango arrojarme desde un puente del Sena. No tiene sentido quedarme esperando sentado cuando tantos monstruos desfilan delante de mi vista. Yo no puedo seguir siendo bueno ni tal mal escritor un ser asqueroso generoso bondadoso piedras que hieren mis tobillos. He llorado demasiado con tus miserias y nadie me ha querido. Convertiré la tristeza en desprecio el perdón en ira la compasión en odio. ¿Por qué no me has amado? Ganas de golp...
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