Déjame vivir en una metáfora
no puede ser tan malo el diluvio
cuando a ti te gusta tanto la playa.
Misiles Gorbachov,
eran supositorios de amor
nunca supíste entenderlo.
Lágrimas de cocodrilo en el entierro de tu abuelo
conociste el cariño de su cinto
desde la más tierna infancia.
Y cuando se traía a sus amigos
jugábais a las alabanzas.
El Señor no quiere que ellos te toquen.
Pero bien que lo hacen
no lo hacen bien.
Te pusiste esa película al revés
el súper-8 se convirtió en ocho amigos van al súper
a meterse mano entre las latas de sardinas con tomate.
Cómo pudíste llorar tanto
si aún no has parado.
Te queda un mar mediterráneo
y tetas botando en el Pachá.
no puede ser tan malo el diluvio
cuando a ti te gusta tanto la playa.
Misiles Gorbachov,
eran supositorios de amor
nunca supíste entenderlo.
Lágrimas de cocodrilo en el entierro de tu abuelo
conociste el cariño de su cinto
desde la más tierna infancia.
Y cuando se traía a sus amigos
jugábais a las alabanzas.
El Señor no quiere que ellos te toquen.
Pero bien que lo hacen
no lo hacen bien.
Te pusiste esa película al revés
el súper-8 se convirtió en ocho amigos van al súper
a meterse mano entre las latas de sardinas con tomate.
Cómo pudíste llorar tanto
si aún no has parado.
Te queda un mar mediterráneo
y tetas botando en el Pachá.
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