Pegando fotos antiguas en el álbum. Qué joven, cuanto pelo y qué aura de
fracaso ahora. No echo nada de menos, pero qué ganas de dormir. Me
gustan los encuadres y los tonos de esas fotos de carrete. Muchos amigos
que apenas son mudos testigos en este facebook actual. Sin nostalgias.
Sin felicitaciones de Navidad. No por nada. No hay tristeza ni excesivos
recuerdos. La vida ya es otra, rápida y desmemoriada. Buscando hueco en
el álbum para que la foto no se salga de la narrativa. Lo único que
pesa son los sueños olvidados. Pero tampoco tanto. El siglo XX va
quedando ya tan atrás. Encontrar aquí y allá los restos de aquel mundo,
como un preciado tesoro que algún día ofreceré a mi hija. Como palabras
de un viejo idioma con pocos hablantes. Yo me veía guapo. Una
preciosidad entre las ruinas. El año no se corta el día 31. La vida
continúa.
Hoy, querido amigo, deberíamos olvidarnos de todo para así darnos la mano tranquilos. Recuerda esos momentos en la muralla embriagados en nuestras confidencias parecían palabras de otro tiempo mas cuanto daño nos hicieron. Si sólo nos unía la mala suerte ¿por qué la convertimos en pose de fracaso?. Otros confundían nuestros nombres alguien nos dijo que simulábamos ser hermanos en la lejanía todo se confunde todo debería ser perdonado. Nunca volverá ser lo mismo, lo sé la vida parece tener otros propósitos ajenos a antiguas aventuras. En el relativismo que a veces odio se encuentra la perfecta excusa para alejarse e instalarse en el eterno desencanto. Las películas que ahora se ven en la soledad de un cine vacío ya no nos dicen lo mismo aunque las estrellas sean las de siempre sus rostros parecen haber cambiado. Somos mejores cuando escribimos torcido somos mejores cuando fotografiamos espectros. Los insultados han creado un mundo más habitable. Pero la sinceridad se vende caro cuando l
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