Niebla y ragas.Antiguos vecinos fontaneros. Tercera edad rimbombante. La
gente sensible no debería tener hijos en este mundo lleno de violencia.
Los condenamos a ser carne de abuso y acoso. Más que aspirar a crear un
mundo mejor, éste se nos hace bola. Yo no quiero que seas como yo, Tu
vida será determinada por idiotas con poder. Niebla y Ragas. Antiguos
vecinos albañiles. No leas tanto, no escuches música. La realidad
necesita talibanes, no artistas. Lo que tú pienses no vale de nada. Tú
eres tu único tesoro. Púlelo. A partir de aquí, o mueres o te haces
santo. Niebla y ragas. Nacemos y nos dicen que es bueno vivir en
sociedad, pero cuando maduramos, aspiramos a vivir lejos de los otros.
Porque molestan. Loas a los estúpidos de esta vida. Los que caminan
sin pensar demasiado, aquellos a los que llamáis zombis. Este mundo está
hecho para ellos. Te lo daré todo para que nunca llegues a estas
conclusiones. Niebla y ragas. Antiguos vecinos escayolistas y poetas.
Seremos lapas de nuestros padres hasta que se mueran. Porque somos
ambiciosos y nos dieron estudios. Nos lo dieron todo y aquí estamos,
llegando a estas conclusiones. Qué hacer entonces?. Ser un zombi a
fondo perdido. Hasta que mande uno de los nuestros. Tercera edad
rimbombante de gimnasia y spas.
Hoy, querido amigo, deberíamos olvidarnos de todo para así darnos la mano tranquilos. Recuerda esos momentos en la muralla embriagados en nuestras confidencias parecían palabras de otro tiempo mas cuanto daño nos hicieron. Si sólo nos unía la mala suerte ¿por qué la convertimos en pose de fracaso?. Otros confundían nuestros nombres alguien nos dijo que simulábamos ser hermanos en la lejanía todo se confunde todo debería ser perdonado. Nunca volverá ser lo mismo, lo sé la vida parece tener otros propósitos ajenos a antiguas aventuras. En el relativismo que a veces odio se encuentra la perfecta excusa para alejarse e instalarse en el eterno desencanto. Las películas que ahora se ven en la soledad de un cine vacío ya no nos dicen lo mismo aunque las estrellas sean las de siempre sus rostros parecen haber cambiado. Somos mejores cuando escribimos torcido somos mejores cuando fotografiamos espectros. Los insultados han creado un mundo más habitable. Pero la sinceridad se vende caro cuando l
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