en la depresión de pleno verano
cuando el calor de los cuerpos
compite con el de los corazones.
No debería estar permitida la belleza
en según qué fechas y estaciones.
Uno debería vivir siempre gris
para no sufrir por la juventud perdida,
esa que nos recuerda
que una vez hubo un ancla
que nos unía al fondo de nuestra alma.
Comentarios
Publicar un comentario