La gente sale a las plazas a golpearse en público.
Intentan evitar ser irrelevantes.
Por eso sus manos están llenas de sangre.
Desean anhelan ruegan
ser escuchados.
Se apuntan a talleres de idiosincrasia
pero solo adquieren titulación de idiocia.
Les horroriza que a nadie le importe lo que cuenten
que ningún paisano les conozca
que el camarero de siempre no les salude.
Gritan y saltan para hacerse ver
asisten a todos los festivales de granujas.
Pero es que el mundo ya está lleno.
Intentan evitar ser irrelevantes.
Por eso sus manos están llenas de sangre.
Desean anhelan ruegan
ser escuchados.
Se apuntan a talleres de idiosincrasia
pero solo adquieren titulación de idiocia.
Les horroriza que a nadie le importe lo que cuenten
que ningún paisano les conozca
que el camarero de siempre no les salude.
Gritan y saltan para hacerse ver
asisten a todos los festivales de granujas.
Pero es que el mundo ya está lleno.
En cada ático un grupo de borrachos
establece un número clausus
de suicidas.
establece un número clausus
de suicidas.
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