Siempre se ha podido ser bohemio en Madrid, pero ahora más que nunca con
toda la oferta cultural mainstream y underground que existe. Escucho,
sentado en la moderna y muy nueva biblioteca del Retiro, a unos
veinteañeros hablar de ciclos de cine, exposiciones y salir de copas.
Son un poco gafapastas. En realidad, no los envidio. Les escucho desde
fuera, como espectador. He podido ir a Madrid solo, y he recorrido mi
antiguo barrio para comprar regalos en tiendas low cost, franquicias
que no hay en Arganda. Tengo mi propio recorrido, sitios fetiche que no
me puedo saltar. Ahora la chica rubia gafapasta dice que siempre está
rodeada de gente nerviosa, porque le aportan energía positiva.
La gente joven expresa sus emociones con sinceridad, ahora habla de lo que le pone triste. Eso sí, hoy en día hay que tener pasta para pertenecer a esta tribu urbana de los hipsters y parecer tan panoli como ellos.
Yo no sé francés, pero siempre me detengo delante de una librería francesa para ver las últimas novedades en gabacho. Sumisión de Houllebecq, Petronila de Amelie Nothomb, etc.. La pena es que nunca he sido francófilo, siempre di inglés en el colegio y el instituto. Pero no me dirás que no viste más saber francés que inglés, tanto papanatismo de los padres con la lengua británica para que la aprendan en colegios bilingües, perdiéndose la riqueza cultural de otras lenguas. Ya se sabe lo que importa la cultura en nuestra sociedad. Ya en nuestra época, solo el Pela daba francés en FP. Bendito sea.
Creo que cuando sea mayor, un jubilado, voy a tragarme todos los conciertos y exposiciones gratuitas que haya en Madrid, Cordura o donde leches habite en el futuro, si sigo vivo. Un pesado de esos que se ponen en las colas. I wanna be.
La única ilusión que tengo, el único regalo que le pediría a Papa Noel sería dormir de un tirón para descansar y no estar de tan mal humor durante el día.
¿Salir de marcha? ¿Ir de conciertos? ¿Qué dices? Dormir.
La gente joven expresa sus emociones con sinceridad, ahora habla de lo que le pone triste. Eso sí, hoy en día hay que tener pasta para pertenecer a esta tribu urbana de los hipsters y parecer tan panoli como ellos.
Yo no sé francés, pero siempre me detengo delante de una librería francesa para ver las últimas novedades en gabacho. Sumisión de Houllebecq, Petronila de Amelie Nothomb, etc.. La pena es que nunca he sido francófilo, siempre di inglés en el colegio y el instituto. Pero no me dirás que no viste más saber francés que inglés, tanto papanatismo de los padres con la lengua británica para que la aprendan en colegios bilingües, perdiéndose la riqueza cultural de otras lenguas. Ya se sabe lo que importa la cultura en nuestra sociedad. Ya en nuestra época, solo el Pela daba francés en FP. Bendito sea.
Creo que cuando sea mayor, un jubilado, voy a tragarme todos los conciertos y exposiciones gratuitas que haya en Madrid, Cordura o donde leches habite en el futuro, si sigo vivo. Un pesado de esos que se ponen en las colas. I wanna be.
La única ilusión que tengo, el único regalo que le pediría a Papa Noel sería dormir de un tirón para descansar y no estar de tan mal humor durante el día.
¿Salir de marcha? ¿Ir de conciertos? ¿Qué dices? Dormir.
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