Yo tuve una novieta con 18 años, un rollete que se llamaba María de los Demonios ( es nombre figurado), que al poco de dejarlo conmigo, se enrolló con uno de mis mejores amigos, al que después dejó tirado para casarse con un médico. Debo decir que aquel amigo dejó de serlo, y que pasados los años, me enteré que tenía novio. Pero la frase crucial que aquella mujer, bastante irónica por cierto ( mientras estuve con ella me gustó esa ironía, después ya no tanto), me soltó en un autobús fue que qué malas eran las mujeres, a ver si aprendía, o algo así. Lo que recuerdo es que aquel rollo de apenas 3 meses me dejó bastante traumatizado, ( o digo "traumado", como ahora llaman "entreno" a entrenamiento?), y cada vez que me la encontraba en un pub, estaba meses escribiendo poemas torturados. Años después, en otra fase distinta de la vida, con otro amigo conocido en otras tesituras, me la encontré en un concierto de fados, y recuerdo que no me cayó mal, a pesar de toda la carga de pedantería provinciana que llevaba encima, haciendo como que sabía hablar francés con aire bohemio. Pero digo que no me cayó mal porque me di cuenta de la parodia burlesca en la que se había convertido aquella chica, una tía gilipollas a la que no reconocía, pero que quizá por eso me caía simpática, como caen bien los personajes de un sainete. De buena me había librado. A lo mejor la otra chica afrancesada que la acompañaba era su novia, y si había ido a un concierto de fados, era porque todo cuadraba. Todos nos las dábamos de intelectuales en aquella época, con una fp pelá y mondá. Pero el regusto es más dulce al recordarlo que al vivirlo..
E l día que me ponga en serio a escribir, no va a quedar ninguna ubre llena, ni un ojo invadido por hormigas los colores de la vida blanco rojo y marrón serán la tinta de mi pluma no regresaré a la niñez más que una vez para visitar la infancia de mi padre como un viajero del tiempo. Me han engañado muchas veces me he peleado demasiado pocas he besado a escasas mujeres en la boca. Pero el día que me ponga a escribir de verdad empezaré a vengarme de la vida. Llamaré puta a la que es puta e hijo de al que fue amamantado con estiércol. Arrastrarme por el fango arrojarme desde un puente del Sena. No tiene sentido quedarme esperando sentado cuando tantos monstruos desfilan delante de mi vista. Yo no puedo seguir siendo bueno ni tal mal escritor un ser asqueroso generoso bondadoso piedras que hieren mis tobillos. He llorado demasiado con tus miserias y nadie me ha querido. Convertiré la tristeza en desprecio el perdón en ira la compasión en odio. ¿Por qué no me has amado? Ganas de golp...
Comentarios
Publicar un comentario