Con los años, he ido apropiándome de comportamientos y opiniones de antiguos amigos, incluso de las incoherentes, y les daba cierta coherencia acorde con mi personalidad, que en realidad, no era la mía, sino las suyas. Esa influencia ha ido conformándome, desdibujando cualquier carisma propio. Nadie me conoce en profundidad porque cada uno ve su reflejo deformado, o mejor dicho, no ve ninguna presencia delante que sea relevante. Algunos viejos amigos y conocidos creen ver a la anterior persona, a la que recuerdan del pasado, reconvertida ahora en un puñado de tópicos. Pero no ha sido un fallo de ellos, sino sólo mío. El deseo de agradar y socializar ha hecho que busque en la aceptación de los demás lo que creía no valía mucho en mi interior, o que no percibía. En el nuevo año busco afianzar la persona que voy siendo, aunque eso sea como atrapar el agua. No somos rocas, vamos cambiando. Pero si me dejaran en una cueva solo con mi propio reflejo, quizá sabría verme. El núcleo más importante de nosotros es el que nos relaciona con los más íntimos. El resto, es sólo espejismo. Te desenfoca y descentra si no tienes una personalidad fuerte. ¿Qué somos más allá de lo que se espera de nosotros? ¿Qué soy más allá de la imagen de la expectativa que tengo de mí?. Cada vez me importan menos los otros, fuera de ese estrecho círculo intimo. Y aún así, sigo con la irritante tendencia a socializar y comunicarme. No necesitamos realmente a nadie ahí fuera. Esto es otro espejismo..
N o la conoces pero ella sabe tu nombre. Es de esas personas por las que muchos morirían o se matarían. No es sobrehumana tiene defectos pero deja una marca que cuesta borrar. Es una reina que no ejerce pero se encuentra con súbditos por todas partes. Practica una suerte de hipnosis o de sortilegio oculto palabras en un idioma que solo ella susurra en tu oído. Tranquiliza saber que esta alegría este sufrimiento es ampliamente compartido. Me he propuesto disfrutar de su presencia mientras dure el hechizo. Porque mañana no estará ni habrá posibilidad de conocer su paradero. Somos varios los que nos encontramos en un lugar secreto, y al decir un código que todos hemos pactado, deseamos que ella haga acto de presencia. Pero solo nos queda la leyenda. A D.
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