1. Esta mañana he cogido el coche y he conducido hacia Valdilecha, un pueblo cercano. Tiene un par de ermitas y una iglesia, bastantes cuestas y miradores desde donde se ve el valle y algunas colinas. He comprado El País (casi siempre agotado allá donde vayas), y un par de dulces para otra persona en una panadería-colmado de pueblo, y cuando he logrado arrancar con seguridad el coche, aparcado en una afilada pendiente, he salido de Valdilecha, seguido a prudente distancia por un coche de la Guardia Civil, que ha llegado hasta la rotonda donde acaba el municipio, (debe ser costumbre escoltar a los inquietantes forasteros). Qué gran aventura dominguera..
E l día que me ponga en serio a escribir, no va a quedar ninguna ubre llena, ni un ojo invadido por hormigas los colores de la vida blanco rojo y marrón serán la tinta de mi pluma no regresaré a la niñez más que una vez para visitar la infancia de mi padre como un viajero del tiempo. Me han engañado muchas veces me he peleado demasiado pocas he besado a escasas mujeres en la boca. Pero el día que me ponga a escribir de verdad empezaré a vengarme de la vida. Llamaré puta a la que es puta e hijo de al que fue amamantado con estiércol. Arrastrarme por el fango arrojarme desde un puente del Sena. No tiene sentido quedarme esperando sentado cuando tantos monstruos desfilan delante de mi vista. Yo no puedo seguir siendo bueno ni tal mal escritor un ser asqueroso generoso bondadoso piedras que hieren mis tobillos. He llorado demasiado con tus miserias y nadie me ha querido. Convertiré la tristeza en desprecio el perdón en ira la compasión en odio. ¿Por qué no me has amado? Ganas de golp...
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