En verano la gente está más muerta de lo normal. Bajan las persianas como si sus viviendas fueran mausoleos de cementerio. Los "rodríguez" se quedan en casa como enterradores. Y miran a sus vecinas desnudas por la ventana, deseando ser fantasmas que pudieran meterse en sus pisos sin ser detectados. El verano siempre tiene a un turista perdido en una rotonda de una urbanización de interior, que mira su mapa deshilachado, sin saber si pensarlo o contarlo en un wassap a su grupo de amigos.
E l día que me ponga en serio a escribir, no va a quedar ninguna ubre llena, ni un ojo invadido por hormigas los colores de la vida blanco rojo y marrón serán la tinta de mi pluma no regresaré a la niñez más que una vez para visitar la infancia de mi padre como un viajero del tiempo. Me han engañado muchas veces me he peleado demasiado pocas he besado a escasas mujeres en la boca. Pero el día que me ponga a escribir de verdad empezaré a vengarme de la vida. Llamaré puta a la que es puta e hijo de al que fue amamantado con estiércol. Arrastrarme por el fango arrojarme desde un puente del Sena. No tiene sentido quedarme esperando sentado cuando tantos monstruos desfilan delante de mi vista. Yo no puedo seguir siendo bueno ni tal mal escritor un ser asqueroso generoso bondadoso piedras que hieren mis tobillos. He llorado demasiado con tus miserias y nadie me ha querido. Convertiré la tristeza en desprecio el perdón en ira la compasión en odio. ¿Por qué no me has amado? Ganas de golp...
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