Hoy hemos ido a la matrona, que ha sido como si una máquina de vending te expendiera una lata de Poca Cola. Todo muy mecanizado.
Yo no sé si voy a ser un padre original. A veces me veo como mi padre, quizá de otra manera. Por un lado, no quiero ser un padre friki como los de nuestra época, que le ponga Mazinger Z y los Goonies. Aunque seguro que lo hago, porque ya no se hacen esas películas, pero es lo mismo que cuando mi padre nos ponía 7 novias para siete hermanos, película que le encanta. Por cierto, como el padre de los protagonistas de La Gran Familia Española, gran peli sobre la paternidad y los hijos, la herencia recibida, y no estoy hablando de política esta vez. Me atrae, como así me recomiendan, que lo eduque como me salga del pito, y creo que lo haré, sobretodo porque sigo viviendo en un barrio aislado. Uno de esos de nueva construcción, retirados del centro de Arganda. En realidad, en una situación no muy diferente del lugar donde me crié. Aunque no me veo viviendo aquí lo que me queda de vida. Hemos pensado en nombres originales. Poner nombres es algo raro. ¿Por qué hay que hacerlo? ¿No lo puedo llamar Número Uno ó Número Cero? ¿Ó un apodo como Personita que evolucionará a Persona, como la película de Bergman?¿Y llamarle Bergman? No tengo huevos.
Me encantaría no-educarle, no-llevarle al colegio, ser de esos que claman contra el estado y que los educan en casa, llenos de mocos, libres y en cueros, despeinados como los niños de los hippies ó los gitanos.. Me trae ser un mal padre, despreocupado, indiferente. Seguro que acabaré defraudándome. Seguro que me volveré más conservador, más maduro, más responsable. Le diré que se junte con los rumanos, que aquí hay muchos. Así me saldrá electricista, fontanero, tuneador de coches, macarrita, drug-dealer como Walter White. Ó Guardia Civil, la otra cara de la moneda. ¿Te imaginas que me salga un/a hij@ militar?
Me llevas años de adelanto, práctica y experiencia. Yo todavía no sé nada, una mierda. Aún es pronto para la Gran Revolución.
¿Qué le contaré sobre nuestras vidas en Corduba? ¿Sobre los días que transcurrían como en un sueño? Cuando éramos especiales, quedan ya tan lejos esos días. La vida se me aparece ahora preclara, límpida y transparente, pero sin magia. Importante y sin importancia, como si interpretásemos un papel. Ahora estamos pero mañana no estaremos. Sólo nos queda transmitir algo parecido a un legado, que serán solo palabras y genes, trozos de personalidad, y recuerdos..
Dentro de siete meses volvemos a hablar. La Gran Revolución habrá llegado.
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