En uno de los textos de la exposición sobre el antipoeta chileno Nicanor Parra, se dice que la izquierda chilena no le acababa de ver con buenos ojos, pues pensaban que el surrealismo de sus poemas no era lo suficientemente crítico con el poder. En otro lado leí que el discurso surrealista y en general, de las vanguardias de principios del siglo XX, había sido adoptado sin ningún problema por el sistema oficial, y que eso podíamos verlo actualmente en los planteamientos estéticos y éticos de las empresas publicitarias.. Yo pienso que los surrealistas no se casaban con nadie, y que desmontaban toda la seriedad de las ideologías más importantes de su época, aunque también destaco que entre los primeros surrealistas franceses, había mayoría de burgueses e intelectuales. La vida del obrero ya era lo suficientemente surrealista como para exponerla en museos, sacada de contexto..además de que no podía acceder a aquellos estamentos elitistas..
Siempre ha habido esa dicotomía entre el artista burgués y el artista marxista/socialista/obrero. El primero podía provocar y criticar a la sociedad de su época, pero era tarde o temprano absorbido por el stablishment, que necesitaba una renovación estética. El segundo estaba limitado por el uso social y propagandístico de sus ideas revolucionarias, y si se desviaba hacia un camino más ornamental y de entretenimiento, era brutalmente masacrado por sus camaradas de la línea ortodoxa. En el mercado quizá había más libertad de expresión, siempre que no insultaras a la mano financiera que te daba de comer, fuesen mecenas privados o empresas, bancos y cajas con sus "obras sociales"..y siempre que asumieras tu papel de bufón tolerado por los que mandan. De todas formas, en un mundo donde la obra de arte firmada por las estrellas del rock de ese sector, es utilizada por grandes capos mafiosos, grandes empresarios defraudadores y políticos de alcurnia para blanquear su dinero, se plantea la pregunta si el artista prestigioso no se ha convertido en el más goloso "colaboracionista" de este régimen..
Siempre ha habido esa dicotomía entre el artista burgués y el artista marxista/socialista/obrero. El primero podía provocar y criticar a la sociedad de su época, pero era tarde o temprano absorbido por el stablishment, que necesitaba una renovación estética. El segundo estaba limitado por el uso social y propagandístico de sus ideas revolucionarias, y si se desviaba hacia un camino más ornamental y de entretenimiento, era brutalmente masacrado por sus camaradas de la línea ortodoxa. En el mercado quizá había más libertad de expresión, siempre que no insultaras a la mano financiera que te daba de comer, fuesen mecenas privados o empresas, bancos y cajas con sus "obras sociales"..y siempre que asumieras tu papel de bufón tolerado por los que mandan. De todas formas, en un mundo donde la obra de arte firmada por las estrellas del rock de ese sector, es utilizada por grandes capos mafiosos, grandes empresarios defraudadores y políticos de alcurnia para blanquear su dinero, se plantea la pregunta si el artista prestigioso no se ha convertido en el más goloso "colaboracionista" de este régimen..
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