Todos ellos son ahora extranjeros
farfullan en otro idioma
ya no les reconozco
tan lejos están como yo
aparezco como un invitado transparente
un fantasma que no entiende
en otros lugares me he sentido más querido.
No he aprendido mucho
sólo a salir corriendo
a veces sonriendo
las más, llorando.
¿Cuándo empecé a darme cuenta?
El único público está conmigo
encima del escenario.
A pagó el teléfono para que ningún conocido le volviera a recordar que la mejor película era El Padrino, o El Resplandor, o 2001. Fuegos fatuos. La mejor película era aquella en super-8 en la que salía su abuelo. Un clásico inolvidable aquella cinta VHS alquilada por 1 euro en La Fuensanta. Su hermano saliendo de casa a horas extrañas para traer una peli de serie b casi inencontrable. Disfrutarla juntos y después comentarla. No quiero a Stanley Kubrick hurgando en mi cabeza. Las películas que me gustan me las grabo yo de la tele. Cuánto más raras, más familia. Señor, llévame a Barsoon pronto...
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