La luz siempre nos ciega en el paso de cebra.
Y después, queda el silencio de los tubos de escape.
El ratón en su madriguera
espera la llegada de un mejor día
entre el latón de las tuberías
y el cobre del cable roido.
En la televisión los politícos del mes
forman parte del tenebroso ruido de fondo,
las madres pasean angustiadas por alfombras de esparto.
Las miradas van desapareciendo en un mundo ortográfico.
No recuerdo nada de mis ancestros,
y todavía me estoy comiendo su pan heredado.
Dadme una motivación para ser digno
una misión de paz en el interior de mi cerebro,
tropas iraníes a desterrar la tozudez de mi alma
un bello despertar lleno de sosiego
las casas de un pueblo que habite en la gran ciudad.
Crúzame la cara porque me lo merezco.
Y después, queda el silencio de los tubos de escape.
El ratón en su madriguera
espera la llegada de un mejor día
entre el latón de las tuberías
y el cobre del cable roido.
En la televisión los politícos del mes
forman parte del tenebroso ruido de fondo,
las madres pasean angustiadas por alfombras de esparto.
Las miradas van desapareciendo en un mundo ortográfico.
No recuerdo nada de mis ancestros,
y todavía me estoy comiendo su pan heredado.
Dadme una motivación para ser digno
una misión de paz en el interior de mi cerebro,
tropas iraníes a desterrar la tozudez de mi alma
un bello despertar lleno de sosiego
las casas de un pueblo que habite en la gran ciudad.
Crúzame la cara porque me lo merezco.
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