En la dureza del parquet existe un paraíso
sólo profanado por el correo electrónico
y las fotografías de almas desnudas y patéticas
que vuelan hacia un cielo vacío.
Aislado de mis sueños
como un gusano voraz que se arrastra
envidiando lo que ya tengo
lo que sospecho que soy,
es el camino hacia ninguna parte
lo que aún no se vislumbra.
Son sonidos extranjeros
y deseos encubiertos
piratas en el océano del tiempo
que nos queda por vivir,
no sé cantar
no sé bailar
no sé existir
No quiero aprender
en este cubículo
a tener ganas
las obligaciones futiles
son desahogo y excusa
para no leer para no escribir
para no hablar delante de mí.
no sé cocinar
no sé escalar
no sé amar
no sé retener
no sé escapar
me imagino corriendo y a mi derecha
otro como yo, luchando por adelantarme.
sólo profanado por el correo electrónico
y las fotografías de almas desnudas y patéticas
que vuelan hacia un cielo vacío.
Aislado de mis sueños
como un gusano voraz que se arrastra
envidiando lo que ya tengo
lo que sospecho que soy,
es el camino hacia ninguna parte
lo que aún no se vislumbra.
Son sonidos extranjeros
y deseos encubiertos
piratas en el océano del tiempo
que nos queda por vivir,
no sé cantar
no sé bailar
no sé existir
No quiero aprender
en este cubículo
a tener ganas
las obligaciones futiles
son desahogo y excusa
para no leer para no escribir
para no hablar delante de mí.
no sé cocinar
no sé escalar
no sé amar
no sé retener
no sé escapar
me imagino corriendo y a mi derecha
otro como yo, luchando por adelantarme.
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