Esta mañana me levanté nervioso. Quería hacer algo propio de los domingos culturales. Fui a por el periódico y me cabreé con los estúpidos peatones de mi odiado barrio pijo. Así que me planteé visitar la exposición del artista vanguardista británico Wyndham Lewis, creador del Vorticismo (corriente artística de principios del siglo XX, bastante desconocida, pues son más famosas el futurismo, el surrealismo etc..) que programa la Fundación Juan March en Madrid. No todas sus pinturas, grabados o ilustraciones me han gustado, pero debo reconocer que es un precursor de un estilo abstracto muy presente después en diversos ámbitos. Sus formas geométricas y colores azulados y grises las he visto en iglesias y bancos construidos en los años sesenta,y por eso, las siento anticuadas. Pero sus retratos me han retrotraído al cómic, arte que bebe de muchos estilos pictóricos, y no sólo del pop de los 60.
De todas maneras, con lo que me quedo de esta exposición es de su labor como escritor y fundador de revistas de vanguardia. En un ensayo que estaba abierto por la mitad en una vitrina, he podido leer un artículo en el que expresaba su opinión sobre el amateurismo en el arte. Hablaba de todos los niños bien que en Europa, en una determinada época, estudiaban Arte como una de las mejores maneras de no hacer NADA. Y quién no conoce a niños y niñas de papá que van de artistas, sea en la pintura, literatura, escultura, interpretación, cine o videoarte, que han hecho carreras y masters financiadas por la empresa del padre como una manera de entretenerse y aparentar que son algo sin saber nada. Pero Lewis lo llevaba por el lado del resultado, no de la crítica social. Pensaba que esta manera de no hacer NADA, producía un estilo amateur en las obras de arte, y eso que esto estaba escrito alrededor de los años veinte del siglo pasado. Yo no soy un entendido en arte, apenas tengo estudios, pero cada día tengo más claro cuando voy a una exposición, cada día me doy más cuenta de cuando tengo delante un artista grande, una obra que trasciende, que es "perfecta", que quedará. Me pasó en la exposición de Miquel Barceló en Caixaforum. No todas sus obras me llegan o me gustan, pero debo reconocer que están hechas por alguien que continúa una tradición, un órden, que deja una impronta, y que en ella están Goya, Velázquez, Picasso, Miró, Juan Gris, etc..
No son amateurs.
Exposición de Wyndham Lewis
*Y a mí, a título estrictamente personal, me deja claras mis expectativas artísticas, si alguna vez las tuve, y me pone en mi sitio.
*Otra cosa : No me gustó nada la instalación de Isabel Coixet en colaboración con el escritor John Berger en la Casa Encendida (Paraíso de los gafapasta madrileños). No me gusta que me marquen los tiempos ni me digan el recorrido que debo seguir. Las lecturas eran demasiado largas y aburridas, faltaba interactividad, que uno se hiciera su propio recorrido con las pautas que el artista te pueda dar..Pedante, vacío..El mensaje de defensa de los marginados, los pobres, de la clase trabajadora de John Berger pierde sentido cuando es la élite de las estrellas famosas europeas del cine y el teatro la única que tiene presencia en esas grabaciones. Estoy cansándome de tanto rollo progre incoherente y contradictorio. Si la estética es ética, qué poca veo últimamente.
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