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El montaje del director

Hoy, querido amigo,
deberíamos olvidarnos de todo
para así darnos la mano tranquilos.

Recuerda esos momentos en la muralla
embriagados en nuestras confidencias
parecían palabras de otro tiempo
mas cuanto daño nos hicieron.

Si sólo nos unía la mala suerte
¿por qué la convertimos en pose de fracaso?.
Otros confundían nuestros nombres
alguien nos dijo que simulábamos ser hermanos
en la lejanía todo se confunde
todo debería ser perdonado.

Nunca volverá ser lo mismo, lo sé
la vida parece tener otros propósitos
ajenos a antiguas aventuras.

En el relativismo que a veces odio
se encuentra la perfecta excusa para alejarse
e instalarse en el eterno desencanto.

Las películas que ahora se ven en la soledad de un cine vacío
ya no nos dicen lo mismo
aunque las estrellas sean las de siempre
sus rostros parecen haber cambiado.

Somos mejores cuando escribimos torcido
somos mejores cuando fotografiamos espectros.
Los insultados han creado un mundo más habitable.
Pero la sinceridad se vende caro
cuando lo que es de uso diario,
la hipócrita erosión del hastío,
no la compran ni los chinos.

Por eso, querido amigo,
no te puedo ser franco
no sé si por orgullo
ó por evitar salir herido.
La coraza se ha ampliado
y nisiquiera compensa el recuerdo
de viejas risas en caminos cuarteados.

De todas formas, querido amigo,
hoy deberíamos olvidarnos de todo
para así darnos la mano tranquilos.

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