Quizá todo recuerdo es nostalgia. Me aburre la melancolía. Momentos que no volverán, ¿para qué recrearlos como zombis sedientos de sangre? Debí aceptar la renuncia a mis raíces, hacia una nueva patria interior encamino mis pasos y mis futuras equivocaciones. Extraños han tenido que padecer mis transformaciones de insecto; somos humanos, no robots, parece una excusa vaga. Las fronteras del silencio no ambicionan nada, se detienen en el murmullo pero en las afueras, todo es entretenimiento.
N o la conoces pero ella sabe tu nombre. Es de esas personas por las que muchos morirían o se matarían. No es sobrehumana tiene defectos pero deja una marca que cuesta borrar. Es una reina que no ejerce pero se encuentra con súbditos por todas partes. Practica una suerte de hipnosis o de sortilegio oculto palabras en un idioma que solo ella susurra en tu oído. Tranquiliza saber que esta alegría este sufrimiento es ampliamente compartido. Me he propuesto disfrutar de su presencia mientras dure el hechizo. Porque mañana no estará ni habrá posibilidad de conocer su paradero. Somos varios los que nos encontramos en un lugar secreto, y al decir un código que todos hemos pactado, deseamos que ella haga acto de presencia. Pero solo nos queda la leyenda. A D.
Como sabes, adoro las casualidades.
ResponderEliminarEntre este post y lo que te he enviado por email hay un día de diferencia. Y sin embargo... esas primeras líneas...