"En la decadencia del ánimo, yo soy mi propia puta"..
Un perro movió la cola y en ese momento, el cielo descargó agua y truenos con estruendosa rabia. El can mordió la mano que le daba de comer y le inoculó (de nuevo la rabia).
El amo lo sacrificó aunque por dentro, entristecido le pedía perdón.
Un perro movió la cola y en ese momento, el cielo descargó agua y truenos con estruendosa rabia. El can mordió la mano que le daba de comer y le inoculó (de nuevo la rabia).
El amo lo sacrificó aunque por dentro, entristecido le pedía perdón.
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