Para que no se diga, la Señora Alegría se instaló en el piso de al lado. Pero aún no le tengo confianza como para pedirle sal y pimentón.
Pero hace poco que a la vecina de arriba le tengo prometido una ramita de verde-olivo. Ella dice que se llama Esperanza, pero no la creo.
Pero hace poco que a la vecina de arriba le tengo prometido una ramita de verde-olivo. Ella dice que se llama Esperanza, pero no la creo.
MIENTRAS NO SE APELLIDE AGUIRRE...
ResponderEliminarSRTA.ISOBARAS