Esta noche he soñado que le regalaba una gorra robada a fidel Castro. Era una gorra cuadrada de color negro, moderna, robada en un puesto callejero en un sueño anterior. (mis sueños tienen secuelas y precuelas, como las pelis americanas). Decidí que la llevaría puesta a pesar de todo, despreocupado. Paseé por aquella ciudad imaginaria, atravesé un zoco de puestos ambulantes, y el vendedor de gorras reconoció la suya en mi cabeza. Me dijo de mala manera que esa gorra era suya. Le respondí que si él pensaba que yo se la había robado. No se atrevió a acusarme de aquello y yo seguí mi camino, evitando a la policía y al resto de vendedores ambulantes. Recorrí las calles peatonales de aquella ciudad antigua centroeuropea, y entré en un mercado interior. Un vendedor de quincallas con un mandil, cogía una navaja para amenazar a un presunto ladrón. Con una sonrisilla atravesaba esa escena, reflexionando sobre la agresividad de mi etorno.
Salía a la calle, caían algunas gotas. Parado en un semáforo, solitario en una calle cercana a un parque, un coche militar verde oliva, casi un tanque de los años cincuenta, yo me acerqué sigiloso por detrás y llamé con los nudillos en la ventanilla trasera. Un militar bigotudo y moreno me preguntó qué quería y le pedí muy educadamente que le diera mi gorra negra a Fidel, y que aunque estaba algo sudada, que la lavara y se la pusiera. Les pregunté si iban al teatro, y la voz de Fidel desde dentro respondió que sí, que irían. Me despedí con un "Hasta el futuro siempre", en vez del famoso Hasta la victoria siempre. Ahora veo con ironía que a Fidel le queda ya poco futuro, como a su revolución.
Después, regresé a casa y descubrí que todo estaba desmontado y desordenado, la cerradura de la puerta, los percheros, los muebles, la ropa. Pero esa es otra historia..
Salía a la calle, caían algunas gotas. Parado en un semáforo, solitario en una calle cercana a un parque, un coche militar verde oliva, casi un tanque de los años cincuenta, yo me acerqué sigiloso por detrás y llamé con los nudillos en la ventanilla trasera. Un militar bigotudo y moreno me preguntó qué quería y le pedí muy educadamente que le diera mi gorra negra a Fidel, y que aunque estaba algo sudada, que la lavara y se la pusiera. Les pregunté si iban al teatro, y la voz de Fidel desde dentro respondió que sí, que irían. Me despedí con un "Hasta el futuro siempre", en vez del famoso Hasta la victoria siempre. Ahora veo con ironía que a Fidel le queda ya poco futuro, como a su revolución.
Después, regresé a casa y descubrí que todo estaba desmontado y desordenado, la cerradura de la puerta, los percheros, los muebles, la ropa. Pero esa es otra historia..
Buen sueño. En cambio yo he visto a Jack Bauer, que en mitad de la 7ª temporada de 24 - la que estoy siguiendo ahora - moría , pero por un fallo en la continuidad era clonado por narrativa espontánea, y su clon tenía extrañas capacidades físicas , se agigantaba, manipulaba la materia (como el puto dr.manhattan!!) y narrativas . Todo me resultaba inexplicablemente lógico.
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