
Si yo recordara en esta bitácora a Córdoba tan bien como lo hace Ciudadano B, ya estaría muerto de melancolía. No me siento capaz de recorrer sus calles, también las mías, nisiquiera con la imaginación. Lo digo en serio, no tendría fuerzas para soportarlo. Ahora mismo yacería bajo una lápida del Cementerio de San Rafael.
Yo lo soporto -no tengo otro remedio-. Y no es una cuestión de capacidad, amigo JM-G, es simplemente que cierro los ojos y están ahí... como Freddy Crugger, los circulitos de colores o esa parte de la vida que nunca vemos.
ResponderEliminar