Quizá nos acordamos más de ellas como de Dios, en los malos momentos. Cuando más hacen falta sus abrazos y sus palabras cariñosas. Uno crece y se cree fuerte y seguro, independiente. Se aleja de la familia y forma la suya propia, o se refugia en los amigos y compañeros, intentando sustituirla de alguna manera. Pero a la hora de la verdad, ellas son las que de verdad están ahí, las que cuentan. Y devolverles todo lo que nos han dado nunca se podrá hacer. Ya sabéis quiénes son : las madres.
N o la conoces pero ella sabe tu nombre. Es de esas personas por las que muchos morirían o se matarían. No es sobrehumana tiene defectos pero deja una marca que cuesta borrar. Es una reina que no ejerce pero se encuentra con súbditos por todas partes. Practica una suerte de hipnosis o de sortilegio oculto palabras en un idioma que solo ella susurra en tu oído. Tranquiliza saber que esta alegría este sufrimiento es ampliamente compartido. Me he propuesto disfrutar de su presencia mientras dure el hechizo. Porque mañana no estará ni habrá posibilidad de conocer su paradero. Somos varios los que nos encontramos en un lugar secreto, y al decir un código que todos hemos pactado, deseamos que ella haga acto de presencia. Pero solo nos queda la leyenda. A D.
Comentarios
Publicar un comentario