Como en un pedestal,
no hay nada verdadero sobre la piedra.
Confía sólo en tu propio esfuerzo,
OH TÚ
que no tienes más remedio
que esquivar la vanidad.
Es la necesidad del obrero
que porfía sin descansar jamás.
NO PERDURARÁS,
disfruta pues el presente,
piensa que si alguien te sigue
será siempre a pesar de ti
de tus palabras y acciones.
ERES UNO MÁS
te perderás en el olvido compartido
por el resto de la humanidad,
OH TÚ Y TU INMORTALIDAD,
¡qué breve serás!
YA ESTÁS SINTIENDO EL TIEMPO PASAR,
luchando por no llorar
avergonzado por tu vulnerabilidad.
Como en un pedestal
protegido por una vitrina de cristal
tenebroso en la luz.
Al igual que fantasmas se disfrazan de árboles,
así el artista pensará
que su obra quedará,
como creadores de estirpes volátiles.
Pero un roble está obligado
a ser nejor persona que tú,
OH TÚ, POLVO NUNCA ENAMORADO.
*Poema neorromántico escrito a la manera del adolescente de 14 años que acaba de leer a Becquer, el Duque de Rivas, Göethe y todos esos tenebrosos poetrastos góticos que sangran por los ojos a todas horas.
Un poco de alegría, pordiós.
Comentarios
Publicar un comentario