Esta noche pasada he vivido uno de los sueños más bonitos que recuerdo. (Mi novia me odia porque no la he dejado dormir con mis ronquidos leoninos).
Éramos dos luchadores ecologistas contra el cambio climático. Sentados en un gris embarcadero, a la orilla de un canal que daba al mar, nos sentíamos perseguidos. Mi amigo, más joven y rubillo, se lanzaba al agua y yo saltaba detrás de él. Buceábamos y removíamos la arena del fondo para buscar las razones contaminantes que estaban cambiando el clima. Mi amigo se convertía en un ser como de dibujos animados nipones, bellísimo, una especie de narciso-calamar que buscaba pistas en el fondo marino. Yo nadaba como podía, pero creo que no me transformaba en ninguna criatura fantástica. A lo lejos veíamos venir una grande y estilizada ballena, otra preciosidad de animal marino, pero nos alejábamos por si acaso le molestábamos. Salíamos a la superficie y nos volvíamos a sentar en el muelle.
* Recuerdo que ayer estuve hablando con mi suegro sobre como las empresas instaladoras de paneles solares estaban arrasando mucho terreno de la Mancha para producir energía que no aprovecharán más de 10.000 habitantes. Vi con mis propios ojos como habían aplanado una superficie como de 5 campos de fútbol, en medio de colinas, y muy cerca de una refinería de combustible, una central térmica y otra de ciclo combinado. Me pareció bastante absurdo que los paneles solares no fueran una alternativa real a las otras centrales de producción de energía contaminante, sino un pobre complemento.
Más tarde, hablando con un joven empresario de la provincia que tiene un terreno con placas solares para venderle la energía a iberdrola, éste me confesó que la mayoría de la gente que las instala es para recibir las subvenciones europeas y de la comunidad autónoma, e incluso me comentó una buena oportunidad de negocio con este tipo de energía en Rumanía. Me dijo que las subvenciones eran muy rentables y podían enriquecer a cualquier empresario avispado. Me pareció triste toda esa red de intereses tan antiecologistas.
Rememoré la charla con mi suegro en la que defendía el uso de la energía nuclear, ya que a pesar de los resíduos radioactivos y sus lobbies de presión, era la más productiva, rentable y hasta cierto punto, no contaminante para el cambio climático, aunque sí a largo plazo para el planeta. La conclusión que saqué fue que no hay remedio, y que si queremos seguir con este nivel de desarrollo y esquilmamiento, la única manera de no cargarnos más el planeta es con la energía nuclear, pobre alternativa para la humanidad y con muy mala prensa.
Entonces, ¿soñé esto por mis conversaciones in situ sobre ecologismo y demás?
No creo que haya una única "solución" para el problema energético. Una medida puede ser la Nuclear, Sí. Pero de todas formas resultaría insuficiente, pese a su riesgo y mala prensa justificada.
ResponderEliminarLo que percibo claramente es que consumimos demasiado porque somos demasiados. No es admisible que todos tengamos derecho a un coche (o a varios si podemos permitírnoslo). Ni otra serie de derechos basicos que nos otorga el capitalismo y nuestra economía, que en realidad deben ser privilegios. ¿no es justo? claro que no, pero el capitalismo y los consumidores asfixiamos y esquilmamos el medio ambiente.
¿Quien debe tener derecho a esos privilegios? fácil, quien yo diga. No nos engañemos, una democracia igualitaria no va a tomar medidas radicales ni contundentes contra los derechos de sus ciudadanos/votantes. Sólo una dictadura insensible con ellos lo hará. EcoDictadura Ya!! Sin guerra ni violencia no obtendremos ningún resultado en la defensa de los polos del planeta, ni de la selva amazónica, ni de ná..si queremos la paz (verde), preparémonos para la guerra. Si anteponemos la vida del hombre a lo demás, pues eso, lo demás se fastidia. ea.