Cuando mi padre ya no puede aconsejarme
Ni siquiera ofrecerme su aliento
Cuando no hay guía en este camino
Y en la soledad absoluta
Tienes que recorrerlo
Sin queja alguna
Aceptando la conciencia
Como un regalo
Como un donativo de los dioses.
Entonces, tienes que equivocarte y aceptar
Que acertar es algo más que una lotería.
Un perro sólo puede ofrecerme su mirada
Como los niños
Y ya hay suficiente belleza en este mundo
Reflejada en sus ojos
Sus ojos.
Si puedes soportarla
Vente conmigo
Y duda a mi lado.
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