Esta noche pasada, entre los efectos del jarabe para la tos y los ronquidos traicioneros por una garganta atrapada, he soñado que :
..salía de mi ciudad con una mochila y un mapa, y me dirigía solo hacia la montaña, siguiendo una ruta que me llevaba desde la falda de una montaña, pasado un pueblo acogedor, hasta un camino de piedras que conducía a otra población más aislada. La noche se me echaba encima, pero subía la montaña sin mayores problemas, hasta llegar a un pueblo gris y sucio. Me unía a un grupo de montañeros y me adentraba en una calle, donde encontraba un grupo de personas que esperaban fuera de un portal. Estaba lleno de inmigrantes africanos, marroquíes y algunos españoles. Veía que esa no era mi lugar, y salía de aquella calle. Lograba encontrar más adelante a un chaval joven, de pinta alternativa y hippie, que caminaba con su perro, una mezcla de chucho pelanas y galgo. Me llevaba a su casa, donde vivía con su madre y otras personas, y me preguntaba que de dónde venía. Le dije que estaba de paso con mi novia (no era verdad) en el pueblo de al lado, pero que estaba haciendo senderismo en dirección a la montaña y que la noche me había pillado sin saber como volver. El chaval me ofrecía su casa por esa noche para que durmiera. Después de eso, el hippy sacaba un cuaderno y un lápiz para enseñarle catalán a su perro. Aquello era un pueblo del pirineo de lérida. Alrededor de una mesa para comer, se reunían varias personas, casi todas mujeres mayores. Yo les hablaba al principio con acento andaluz y apenas me entendían, hasta que les explicaba que vivía en Madrid y cambiaba mi acento. Una mujer me decía que eso era lo correcto, porque me entendían mejor. No estaba de acuerdo con eso, pero no le daba mayor importancia. El sueño se diluía y se mezclaba con un episodio de la serie DAYBREAK, pero esa es otra historia...
Comentarios
Publicar un comentario