NADIE SABE QUE EN EL INTERIOR DE LAS ALCANTARILLAS, UN NIÑO MUERTO CANTA. BOMBAS DE LA GUERRA CIVIL SIN EXPLOTAR LE SIRVEN DE COLCHÓN MULLIDO. ESCOMBROS DE VIVIENDAS EXPROPIADAS FORMAN CATEDRALES DEL SUEÑO. EL CRÍO REZA POR NOSOTROS CADA NOCHE SIN SOMBRAS.
N o la conoces pero ella sabe tu nombre. Es de esas personas por las que muchos morirían o se matarían. No es sobrehumana tiene defectos pero deja una marca que cuesta borrar. Es una reina que no ejerce pero se encuentra con súbditos por todas partes. Practica una suerte de hipnosis o de sortilegio oculto palabras en un idioma que solo ella susurra en tu oído. Tranquiliza saber que esta alegría este sufrimiento es ampliamente compartido. Me he propuesto disfrutar de su presencia mientras dure el hechizo. Porque mañana no estará ni habrá posibilidad de conocer su paradero. Somos varios los que nos encontramos en un lugar secreto, y al decir un código que todos hemos pactado, deseamos que ella haga acto de presencia. Pero solo nos queda la leyenda. A D.
estas cinco líneas son poderosísimas, quizá (lamentablemente, es el tiempo que nos toca) no en la conciencia social pero sí que agita sonajeros en nuestro interior. el niño debe tener los labios desgastados de rezar.
ResponderEliminarun saludo
Bonito y oscuro. Me recuerda a la letra de Emilio el Pozero, de Pabellón Psiquiátrico, pero todavía más negro.
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