Ir al contenido principal

EL AMOR DE LOS ENVIDIOSOS


Al hilo del artículo "La responsabilidad de conformarse",he querido reflexionar sobre la envidia, emoción muy común hoy en día por este excesivo culto a lo material, al éxito y al fracaso. La gente desea que el triunfador falle y caiga, buscamos su pronto derribo, que tenga un simpático aire de ángel caído para que se iguale al resto en mediocridad. al que destaca, se le hace callar, o se le ridiculiza. no se aguanta la diferencia aunque se eleve un altar al individualismo "diferente". En este ansia de customizarlo ó personalizarlo todo, siempre dentro de un patrón o arquetipo reconocible, el que de verdad destaca por sí mismo es visto como bicho raro.

Siempre me ha parecido curiosa esa tendencia, en el lugar de trabajo, de intentar no destacar demasiado en ciertos temas : donde se va uno de vacaciones, que no sea muy lejos ni muy caro para no dar envidia; lo que se gana, lo que uno tiene, vivienda, automovil, teléfono celular, ordenador, decoración, ropa. Y sobretodo, nunca acercarse demasiado al jefe/jefa, no vaya uno a parecer un pelota. No trabajar demasiado bien, no parezca que uno quiere escalar puestos demasiado rápido, no hablar de temas polémicos o profundos, no vaya a ser que se parezca difícil y complicado como persona, etc etc..
Hay que cuidar las formas para no ofender a los demás, para igualarse al mediocre, al que no tuvo suerte, al incapaz, a la mala persona, al idiota..

A los conocidos de fuera del trabajo hay que decirles que se está muy bien, que te gusta tu trabajo: a los de dentro lo contrario, siempre se tiene mucha carga de trabajo, siempre está uno agobiado, siempre se curra más que el compañero y se gana menos que éste, y los marrones siempre van a ti. Hay que quejarse mucho para parecer un pobrecito y enmascarar que se trabaja poco realmente.

Yo amo a los que me envidian porque me hacen talentoso, con glamour. Me hacen más inteligente, más trabajador, más triunfador. Qué sería de las estrellas sin los envidiosos.
Nadie envidia a las buenas personas, a los currantes de verdad, a los que dicen la verdad a la cara, a los que actúan de frente. Nadie les envidia, generalmente les machacan. El mundo al revés.

Comentarios

  1. que razon tienes !!! a diario lo veo y lo experimento en mi trabajo, no porque a mi me envidien, no lo creo porque soy la tonta que trabaja para que el jefe se toque las pelotas, sino por las criticas a veces sin sentido y vacias de la gente que me rodea.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DIVA SECRETA

N o la conoces pero ella sabe tu nombre. Es de esas personas por las que muchos morirían o se matarían. No es sobrehumana tiene defectos pero deja una marca que cuesta borrar. Es una reina que no ejerce pero se encuentra con súbditos por todas partes. Practica una suerte de hipnosis o de sortilegio oculto palabras en un idioma que solo ella susurra en tu oído. Tranquiliza saber que esta alegría este sufrimiento es ampliamente compartido. Me he propuesto disfrutar de su presencia mientras dure el hechizo. Porque mañana no estará ni habrá posibilidad de conocer su paradero. Somos varios los que nos encontramos en un lugar secreto, y al decir un código que todos hemos pactado, deseamos que ella haga acto de presencia. Pero solo nos queda la leyenda. A D.

VIDEOCLUB DE LA FUENSANTA

A pagó el teléfono para que ningún conocido le volviera a recordar que la mejor película era El Padrino, o El Resplandor, o 2001. Fuegos fatuos. La mejor película era aquella en super-8 en la que salía su abuelo. Un clásico inolvidable aquella cinta VHS alquilada por 1 euro en La Fuensanta. Su hermano saliendo de casa a horas extrañas para traer una peli de serie b casi inencontrable. Disfrutarla juntos y después comentarla. No quiero a Stanley Kubrick hurgando en mi cabeza. Las películas que me gustan me las grabo yo de la tele. Cuánto más raras, más familia. Señor, llévame a Barsoon pronto...

BALZAC

  E l día que me ponga en serio a escribir, no va a quedar ninguna ubre llena, ni un ojo invadido por hormigas los colores de la vida blanco rojo y marrón serán la tinta de mi pluma no regresaré a la niñez más que una vez para visitar la infancia de mi padre como un viajero del tiempo. Me han engañado muchas veces me he peleado demasiado pocas he besado a escasas mujeres en la boca. Pero el día que me ponga a escribir de verdad empezaré a vengarme de la vida. Llamaré puta a la que es puta e hijo de al que fue amamantado con estiércol. Arrastrarme por el fango arrojarme desde un puente del Sena. No tiene sentido quedarme esperando sentado cuando tantos monstruos desfilan delante de mi vista. Yo no puedo seguir siendo bueno ni tal mal escritor un ser asqueroso generoso bondadoso piedras que hieren mis tobillos. He llorado demasiado con tus miserias y nadie me ha querido. Convertiré la tristeza en desprecio el perdón en ira la compasión en odio. ¿Por qué no me has amado? Ganas de golp...