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Bajo los efectos del Romilar


Esta noche soñé que iba de visita al pueblo de unos amigos, atravesaba calles difuminadas y llegaba a una especie de chiringuito de barrio con terraza al aire libre. Me acompañaba un amigo bastante jóven, alguien desconocido, a quien un tío gordo, Manolo, antiguo compañero de trabajo mío, en una aseguradora en la vida real, le decía que le invitaba a todo lo que quisiera porque era su primo. A mí me miraba pero no me invitaba a nada el mamonazo. De repente, un grupo de chicas veinteañeras con las que yo estaba (la lógica de lo sueños) me piden que vaya a la barra a por una jarra de rebujito. Yo voy a regañadientes, pero me entretengo con el primer amigo, que charlaba con su primo Manolo. Pasa el tiempo y veo que las cuatro o cinco chicas están sentadas a una mesa, bebiendo el rebujito. Me acerco y les pido que me echen en un vasito. Las trato con familiaridad, como si fueran compañeras de curro o colegas del barrio.(Yo tengo la seguridad de que no estoy liado con ninguna de ellas y que no hay apenas posibilidades). Al momento, la historia se transforma y me encuentro corriendo por las calles de una ciudad creo que costera. Un hombre moreno y vestido de blanco nos hace subir a una especie de autobús, (ahora somos dos y el citado) y lo conduce muy rápido y sin mucha seguridad por una calle con tráfico y en obras. Un policía de tráfico le hace desviarse a otra calle y el hombre de blanco logra aparcar el bus bastante bien. Después suena el despertador y me despierto para irme al trabajo.

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Análisis : Los sueños son muy personales, no resisten una interpretación general porque cada persona expresa en ellos sus propias viviencias y circunstancias individuales, los símbolos y personas reconocibles en sus vidas reales.
Por lo que, recordando que llevo algunas semanas viviendo con preocupación mi situación laboral en la empresa donde trabajo actualmente, y comprobando que algunos rostros corresponden a antiguos y presentes colegas de trabajo, sumándole asímismo la metáfora del manejo del autobús como la manera en que uno mismo lleva su vida en esos momentos determinados, puedo entender que mi mente está procesando esta preocupación real para darle una salida. Hoy me he levantado más sereno, y compruebo que puedo asumir las tensiones y los cambios en el lugar de trabajo, puedo remontar mi ánimo y adaptarme, aunque siga habiendo muchas cosas que no apruebo ni me gustan.

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