Holden Carver, alias Sleeper.
Jason Connery, una propuesta de Sleeper cinematográfico o televisivo.
"Entonces veo algo que no me da igual, que me pondría enfermo si pudiera sentir". Lo dice la eterna voz en off de Holden Carver en Sleeper: El Largo Camino a Casa de Sleeper: Season Two, el cómic que cierra las aventuras de un agente doble infiltrado en una organización de supervillanos. Un híbrido del Jack Bauer de 24 y la Sydney Bristow de Alias. Aunque más oscuro, más gris aún.
Su superpoder radica en no sentir. No tiene sentido del tacto, tampoco se le puede dañar. Actúa como una batería de dolor. Absorbe el impacto, y luego lo lanza como un shock intenso a quien toque. Hace lo que tiene que hacer para sobrevivir como agente abandonado a su suerte tras las líneas enemigas, y crea vínculos con la peculiar y humana galería de villanos.
Su enfermiza relación con Miss Misery, la mujer que enferma si no es mezquina y cruel hasta el extremo. Sus amigos Genocidio, el nombre lo dice todo, o Triple X-Ray, leales y traicionados. Y su vínculo de amor-odio con su Exjefe John Lynch y el MegaVillano Tao, quienes lo tienen atrapado en su juego de contra espionaje.
Tan sentimental como un Blade Runner que narra sus desventuras, tan frío como un Replicante, y tan humano también.
Jason Connery, una propuesta de Sleeper cinematográfico o televisivo.
"Entonces veo algo que no me da igual, que me pondría enfermo si pudiera sentir". Lo dice la eterna voz en off de Holden Carver en Sleeper: El Largo Camino a Casa de Sleeper: Season Two, el cómic que cierra las aventuras de un agente doble infiltrado en una organización de supervillanos. Un híbrido del Jack Bauer de 24 y la Sydney Bristow de Alias. Aunque más oscuro, más gris aún.
Su superpoder radica en no sentir. No tiene sentido del tacto, tampoco se le puede dañar. Actúa como una batería de dolor. Absorbe el impacto, y luego lo lanza como un shock intenso a quien toque. Hace lo que tiene que hacer para sobrevivir como agente abandonado a su suerte tras las líneas enemigas, y crea vínculos con la peculiar y humana galería de villanos.
Su enfermiza relación con Miss Misery, la mujer que enferma si no es mezquina y cruel hasta el extremo. Sus amigos Genocidio, el nombre lo dice todo, o Triple X-Ray, leales y traicionados. Y su vínculo de amor-odio con su Exjefe John Lynch y el MegaVillano Tao, quienes lo tienen atrapado en su juego de contra espionaje.
Tan sentimental como un Blade Runner que narra sus desventuras, tan frío como un Replicante, y tan humano también.
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